/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/LZOCTTKAGRHI7D7YVYX7VDXPQQ.jpg)
Cargando...
El documento, que entra en vigencia el 1 de noviembre, ya causó mucha controversia, pues es de difícil aplicación, sobre todo en zonas rurales, advirtieron médicos y administrativos de la cartera sanitaria. Las industrias farmacéuticas también manifestaron su desacuerdo a lo resuelto por el titular de la cartera sanitaria, ya que no hubo un consenso o mesa de trabajo para el tema, como es costumbre en este tipo de medidas.
La decisión de Mazzoleni se sustentó en una recomendación de la OPS/OMS y hay fuertes versiones de que el ministro daría marcha atrás con su resolución ante las críticas. En este contexto, Escoto hizo referencia al documento durante un acto en el ministerio. Destacó el “gran paso” que dio el país a la respuesta de la resistencia antimicrobiana, pues “el uso y el abuso indiscriminado de los antibióticos en la medicina humana y en la ganadería en los últimos 70 años ha incrementado el número y el tipo de microorganismos resistentes”, explicó.
El funcionario de la OPS/OMS hizo especial destaque a las situaciones que acarrea la resistencia de los pacientes que consumen, ya sea de manera directa o indirecta, a través de alimentos; una gran cantidad de medicamentos con antibióticos. “Antes con un medicamento que costaba cinco millones se podía tratar la enfermedad, ahora se necesitan G. 50 millones, porque estos pacientes, que presentan resistencia, van a necesitar productos de tercera generación y en muchos casos, algunos que ni siquiera la ciencia ha encontrado”, dijo Escoto.
La Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria se encargará de los controles en establecimientos de salud.