Gloria Villasanti y Lina Giménez, presidentas de las citadas organizaciones, respectivamente, indicaron que la situación es muy grave debido a que no se puede experimentar con nuevas drogas en pacientes que responden positivamente a los medicamentos que actualmente les suministran.
“No consentimos el cambio de medicamentos ni uso de los nuevos en nosotros”, indicó Giménez subrayando que en pacientes con cánceres metastásicos cambiarles sus fármacos podría significar la muerte. “Ninguna sociedad oncológica acepta o recomienda la intercambiabilidad de medicamentos para el tratamiento del cáncer”, apuntó.
Ambas organizaciones junto con parlamentarios ya se reunieron con directivos de IPS y con el ministro de Salud para que se modifique el llamado a licitación que prevé invertir US$ 12.000 millones en biosimilares y no en los medicamentos que realmente se necesitan.
