Pagos por mantenimientos calcados del MEC se repiten desde el 2012

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Al año de comprar su flota de 58 vehículos en el 2011, el Ministerio de Educación ya adjudicó servicios de mantenimiento donde ya hubo “arreglo de motor”. Como virus, 39 de las 46 camionetas tuvieron problemas de inyección y alternadores. Los móviles 0 km costaron G. 9.500 millones y ya gastó G. 3.200 millones en “service”.

La adjudicación de mantenimiento de vehículos con reparaciones “calcadas” del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) ya comenzó en el 2012, al año de comprarse los 58 vehículos 0 km que fueron recibidos por la institución en setiembre del 2011.

Las “coincidentes averías”, registradas en los servicios de mantenimientos y reparación realizados por el taller Patri durante el 2014/2015, comenzaron con la firma M&S, de Miguel Sosa Cabaña.

Hasta el monto de la adjudicación es igual, ambas empresas se alzaron gracias a los servicios G. 1.600 millones cada uno. Las adjudicaciones fueron plurianuales, es decir, M&S 2012/2013 y Patri 2014/2015.

Los vehículos se habían comprado por G. 9.500 millones de las firmas Automotor SA (Isuzu y Hyundai) y Tape Ruvicha (Ford).

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Según documentos que obran en poder de nuestro diario, empezó en el 2012, tras vencer la garantía de la casa representante de donde fueron comprados los rodados, con servicios prácticamente calcados (ver facsímil de algunos casos).

Unas 39 de las 46 camionetas modelo Isuzu D-Max fueron reparadas en la bomba inyectora electrónica a un costo de G. 4.500.000 cada una, en tres meses. También se realizaron la misma cantidad de reparaciones a los alternadores, a G. 2.500.000. cada una.

En los casos citados arriba la ganancia neta es para el taller mecánico porque no se necesita comprar repuestos. Igualmente se realizaron a 39 camionetas limpieza de radiador a un costo de G. 250.000 cada una.

A más de 20 vehículos se repararon los motores de arranque, bomba central de freno, cambio de cilindro de rueda, reparación de alternador, cambio de focos, cambio de guardapolvo de homocinética, entre otras similitudes (ver facsímil).

Si bien cualquier vehículo está expuesto a reparaciones como estas, es muy sospechoso que distintas camionetas entren al taller con los mismos casos y se reparen las supuestas “averías” que coincidentemente son las más costosas.

Las facturas emitidas por el taller sobre el servicio son casi predeterminadas para las distintas Isuzu D-Max. En el caso de los Hyundai H1 ocurre lo mismo.

En la licitación del 2014/2015 los problemas de los vehículos seguían pareciéndose.

Comparados los meses de abril, julio, agosto y septiembre de 2015 se pudo notar que a unas 35 camionetas Isuzu que entraron al taller se les hicieron reparación de bomba de frenos, limpieza de radiador, carga de gas de AA, rectificación de tambor de freno.

El problema de arranque y alternador agarró como virus a los móviles (ver infografía).

Mirna Vera dijo sobre la nueva adjudicación: “cuando llegamos en el 2013 todos los vehículos estaban prácticamente sin funcionar”, pero en documentos que remitió hay facturas de ese año.