Según su denuncia, patrocinada por los abogados Ezequiel Santagada y Karina Banfi (actual diputada de la nación argentina), Urbieta se sintió discriminado por el maltrato del que fue víctima al momento de subir al avión así como en su posterior desembarque en nuestra capital.
“A él (Urbieta) le habían dicho que no podía abordar el avión solo porque el reglamento decía que una persona con discapacidad debía viajar acompañada. Para salvar la situación, una pasajera se ofreció a hacerse cargo. Luego, en el desembarque, le dijeron que no contaban con silla de ruedas para bajarlo, por lo que debían trasladarlo en andas. Ante la negativa de Urbieta, el piloto de la aerolínea le dijo que si no bajaba lo llevaría de vuelta a Buenos Aires.
Ante la solidaridad de todos los pasajeros que se negaron a bajar hasta que se consiguiese una silla de ruedas, los comisarios de vuelto se vieron en la obligación de prestar una”, explicó Santagada.
El mismo agregó que como el hecho ocurrió en una aerolínea de Argentina se sentaron las bases para presentar la denuncia ante INADI.
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“En ningún momento se buscó resarcimiento económico”, comentó. El objetivo fue lograr el cambio de reglamentos para que este tipo de situaciones no le ocurra nunca más a nadie. También, para que se cuente con el equipamiento necesario en los aviones y aeropuertos para facilitar la movilidad de las personas con capacidades diferentes. Asimismo que se modifique la política de acceso a la información para que el pasajero tenga conocimiento acabado de cuáles podrían ser las eventuales restricciones que se puedan presentar al momento de comprar un tiquete aéreo.