Política “planillera” de Atyrá fue galardonada por el MEC

Viajera de tierra adentro y del exterior. Asiste a cuanta reunión o inauguración a la que es invitada, no solo en Atyrá, sino también en ciudades vecinas en horario laboral, según fotografías que ella misma comparte en sus redes sociales.

Estuvo en Estados Unidos donde participó de un congreso de alcaldes. Este año viajó a Ecuador y Brasil y, según informaciones de nuestras fuentes, está preparando otro viaje a Santa Cruz, Bolivia, donde se realizará un encuentro de autoridades de municipios sustentables.

Galván de Ojeda figura como vicedirectora de la Escuela María Elena Delmás de Prieto Bazán, donde percibe un salario mensual de G. 4.848.800. Enseña de 7:00 a 11:00 y de 13:00 a 17:00.

“Arregla” reemplazos En ese sentido, el director de la institución donde presta servicios, Rubén Pérez, dijo que la docente pide permiso cada vez que se va a ausentar de la institución ya sea en forma verbal o escrita. “Es un arreglo nuestro de manera interna, yo le cubro sus ausencias, cuando no hay mucho trabajo y ella me cubre a mí cuando yo tengo gestiones que realizar en la supervisión”, específico.

Añadió que la docente también suele pedir permiso media hora antes de la salida para “ir a cambiarse cuando tiene actos oficiales o compromisos particulares”. Pérez afirmó que al no tener alumnos no requiere de reemplazante.

Como concejal municipal, Galván de Ojeda recibe G. 3.500.000 en concepto de dieta y gastos de representación. Los días de sesión son los lunes a las 18:00.

Premiada por el MEC

La política fue premiada por el MEC con una medalla de plata y G. 3 millones, en el año 2009, por su desempeño. Hoy, se encuentra sumariada por “planillera”.

La misma, según mencionó, tiene 23 años de antigüedad y desde el 2004 no entra en aulas, luego de acceder al puesto de vicedirectora. Negó que sea “planillera”. Sobre sus frecuentes viajes y salidas en horario laboral dijo que todos se realizaron con permiso del director.

Enfatizó que no tiene vehículos y que la casa donde reside es una herencia de la familia de su marido, Rafael Ojeda, empresario y accionista de la Empresa de Transporte Atyrá.