Proponen una ‘‘revolución verde’’ en Paraguay

El doctor Oscar Vega Bustillos (48), paraguayo radicado desde hace 30 años en Brasil, es experto en física nuclear y trabaja en el Instituto de Pesquisas Energéticas y Nucleares (IPEN) con sede en São Paulo. Vino a nuestro país para visitar a familiares y asesorar al movimiento Patria Querida. El científico plantea una ‘‘revolución verde’’ con el biodiésel y el canje de cupos de emisión (captura de carbono y liberación de oxígeno) a cambio de nuestra deuda externa con los países industrializados.

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- ¿Qué es una revolución verde?

- Revolución verde es buscar una formación ligada a la comunidad del Paraguay, es adoptar la cultura del medio ambiente desde la escuela, la universidad y la industria. También hay que convocar a los políticos y gobernantes para encarar esa revolución porque es nuestra única salida a futuro. En el país tenemos un paraíso natural que debe ser preservado. Yo propongo una revolución verde en todos los aspectos investigativos y productivos.

- ¿Qué hace falta para esa revolución?

- Debe haber un trabajo sinergético entre la empresa privada y el Estado. Mientras uno investiga, el otro produce y juntos hacen la inversión... Por ejemplo, las universidades deben formar ingenieros en química, abogados en derecho ambiental, etc. Así podremos aplicar los conocimientos en la agroindustria. En Brasil existen institutos como el CENA (Centro de Energía Nuclear en la Agricultura), de aplicación de la energía nuclear a la agricultura para rubros como el algodón y las industrias.

- ¿Por qué no arrancamos con el biodiésel?

- Se puede partir del biodiésel y con el estudio de las nuevas culturas de reforestación de bosques que fueron arrasados en el país. También existe potencial en la captura de carbono y canje por nuestra deuda externa. Paraguay es un país elegible para este canje.

- ¿Cuál es el requisito para el canje?

- Está en proceso de discusión entre 15 países. Nosotros tenemos que contabilizar esa transacción, mensurar cuántas toneladas de oxígeno podemos emitir. Brasil ya está en el proceso de contabilización y ahora tiene que firmar el Protocolo de Kioto.

Si nosotros tenemos cantidades de bosques que pueden ser moneda de cambio para la captura del carbono, tenemos que usar eso para un intercambio comercial con los países industrializados y podemos pagar nuestra deuda externa.

- Pero con todo lo que ya hemos deforestado, ¿lo cree posible?

- Con la reforestación lo que se pretende es volver a la vegetación original. Existen programas en Canadá y EE.UU. donde hubo una deforestación inmensa, pero con una política de plantación hoy día están creciendo en bosques. El problema es la monocultura, es decir solo reforestaban con pinos. Plantar solo pinos daña a una región porque la naturaleza no hizo solo eso. La naturaleza hizo una biodiversidad con muchos tipos de flora. Hay que imitar esa clase de forestación. Sin embargo, pese a que la monocultura no es lo ideal, es mejor que nada.

- Ud. habló también de agronegocios... ¿En qué consiste?

- Agronegocios es cuando tenés suelo, agua, buena semilla y buen clima como en Paraguay. Pero si no se tienen en cuenta las reglas del medio ambiente, fracasa. Entonces, agronegocios quiere decir direccionar las potencialidades a un sistema de investigación, de educación, hacia un sistema para mejorar la agricultura y los negocios en todos los niveles.

- ¿Un ejemplo de agronegocio?

- Los brasileños comenzaron a plantar naranjas pero con una ciencia basada en una investigación científica y hoy es un suceso en producción mundial. Un agronegocio para nosotros sería preservar el cultivo del algodón, la soja y continuar con plantaciones paralelas como ka’a he’ê, ya que todo el mundo necesita de azúcar natural y no la refinada. La única forma de tener éxito en cualquier agronegocio es que tengas investigación, educación, cultura en el sistema de producción de la agroindustria.

- ¿Qué nos dice del Acuífero Guaraní?

- Es una gran potencialidad. El Acuífero Guaraní es un inmenso mar que está en forma pura debajo de la tierra y no debemos contaminarla. Se está haciendo biológicamente la prospección para definir su extensión geográfica y capacidad. Es una sorpresa mundial porque el agua dulce se está acabando en varios lugares del planeta y se prevén grandes guerras por culpa del agua. Nosotros somos bendecidos en este sentido y tenemos que preservar. La importancia mundial del acuífero es para la subsistencia de la humanidad. Es una moneda, es como encontrar oro. La soberanía paraguaya sobre ese acuífero también hay que discutir.

-¿Qué tiene que ver todo esto con su especialidad nuclear?

- En energía nuclear, es muy importante la utilización de radioisótopos que son átomos activamente radiactivos, que emiten partículas alfa y beta. Se pueden utilizarlos para estudios de alimentación, de producción de ganado e incluso en el estudio del Acuífero Guaraní para saber las corrientes, etc. Es una ayuda para la parte tecnológica e investigación, pero es peligroso si se utiliza indiscriminadamente. Todo depende del buen entrenamiento de técnicos y buena educación. Tenemos capacidad.

-¿En qué proyecto está trabajando ahora?

- En el IPEN, donde estoy, también estamos trabajando en las llamadas células combustibles. Estas se utilizan para obtener energía eléctrica, a partir del hidrógeno, por electrólisis. O sea con una usina de células combustibles se podrá abastecer de electricidad a una ciudad de 10.000 a 50.000 habitantes. Además de producir electricidad esas células de combustión producen agua caliente que podría ser utilizada para la industria. Es la famosa forma de generar energía limpia.

- ¿Aparte del biodiésel se pueden obtener otros combustibles limpios?

- La gasolina no solo se está acabando, sino es muy perjudicial para el entorno. El mundo entero se está yendo hacia el hidrógeno, que podrá reemplazar a los derivados del petróleo. Se puede obtenerlo del amonio, del metano y del agua y ya existen varios proyectos para Europa y Estados Unidos. En Brasil se están proyectando ómnibus de circulación urbana movidos a hidrógeno a partir del agua por electrólisis, con amonio o alcohol.

-¿Tiene algún sueño para el país?

- El Chaco... A través de alianzas, con países como Israel, Brasil o Argentina se puede lograr que se declare ‘‘orgánica’’ toda la Región Occidental del Paraguay. Entonces, toda su producción saldrá con la certificación de orgánica y puede ser conocido en el mundo con la etiqueta comercial de marketing ‘‘producto del Chaco Paraguayo’’. Eso también será parte de la gran revolución verde.


BIODIÉSEL DEBE SER POLÍTICA DE ESTADO

El biodiésel es el futuro para el país a criterio del Dr. Oscar Vega. No obstante, recomienda varias formas de combustibles alternativos. ‘‘El biodiésel es uno de los principales, pero para ello hace falta una política de Estado, una opción, una educación, una cultura para desenvolverlo’’.

En Argentina comenzó desde abajo cuando la gente en todo el país presionaba al Gobierno por una exención del impuesto selectivo al consumo por 15 años, como una forma de estimular el biodiésel.

En Paraguay existen 1.500.000 hectáreas de soja que ocupan a gente y tierras durante unos meses del año. Luego vienen las 300.000 hectáreas de trigo y queda un lapso para sembrar otras semillas como la colza y la canola para aceites comestibles en la Región Oriental y sésamo en el Chaco. Con estas semillas se obtendría abundante aceite, que, mezclado con un poco de gas traído de Bolivia, servirá para impulsar el biodiésel.


PERFIL

Egresado de la promoción 1972 del Colegio Cristo Rey, Oscar Vega Bustillos fue becado al año siguiente para estudiar física en Brasil. Se especializó en medio ambiente, energía nuclear y reacciones nucleares.

Luego fue a Canadá para estudiar ‘‘espectómetros de masas’’ y medio ambiente. Su tesis se basó en el estudio de la contaminación del aire por quema de metanol, etanol durante la crisis de petróleo en los años 70. Su conclusión es que resulta mejor utilizar combustible de alcohol antes que gasolina.

Es especialista en estudios ambientales en lo relativo a la calidad del aire y la calidad de la agroindustria para mejorar el estándar de vida de la humanidad.

Trabaja en importantes proyectos que cuentan con la colaboración de la NASA en el estudio de compuestos orgánicos volátiles. Este estudio se desarrolla en la Amazonia para ver cómo ‘‘suda’’ y qué cantidad de aire libera afectando a toda América Latina y el mundo.

Otro de sus estudios tiene que ver con el Chaco Paraguayo. Se busca determinar cuál es la afinidad de los gases que afectan a nuestro clima. ‘‘Queremos saber por qué hay tanta alteración en nuestro clima de la Tierra. Existen muchos síntomas, entre ellos la extinción de los bosques. La deforestación es terrible y tenemos que informar científicamente cuánto se está desgastando y cómo se está alterando el planeta. También tratamos de incentivar y dar informaciones a grupos políticos en temas ambientales’’.
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