El miércoles pasado empezaron las protestas por parte de varios funcionarios por diferentes tipos de irregularidades. El sábado, un grupo de ellos fue a la casa de Ferreiro y este les prometió que los recibiría en su oficina.
A la hora marcada, funcionarios aguardaron frente a su despacho, pero se les informó que no dejarían entrar a Gladys Galeano, presidenta del Sindicato. Por ello, los manifestantes se negaron a ingresar solos. Horas después volvieron a encadenarse en el palacete municipal y Rufino Colmán se crucificó atándose por tablones de madera.
