Los “quinti”: tres niñas y dos varones perdieron algo de peso, pero esto es lo que se esperaba, pues es normal, dijo ayer la Dra. Rossana Fonseca, encargada del área de Neonatología del Hospital Materno Infantil del barrio San Pablo. “Estaba previsto, pero lo bueno es que respondieron muy bien a la leche materna a través de la sonda, por lo que es cuestión de tiempo que vayan ganando gramos”, explicó.
Agregó que tanto la madre y el padre iniciaron ya el método canguro, que incluye que por dos horas diarias sostienen a los recién nacidos para brindarles afecto. El objetivo de este método es disminuir el estado de estrés al que están sometidos los bebés prematuros que quedan en terapia, indicó la profesional. Esta práctica ayuda también al desarrollo físico y neurológico de los pequeños, resaltó la profesional.
Fonseca comentó, además que uno de los nenes, Hugo, sigue con soporte respiratorio artificial, aunque evoluciona favorablemente. “Está mejorando y esperamos que en las próximas horas el bebé ya pueda respirar sin ayuda”, dijo.
Piden papel
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Fonseca destacó la ayuda de la ciudadanía a Hugo, Iker, Xiomara, Abigaíl y Araceli, hijos de Antonia Montenegro y Miguel Obregón, ambos misioneros. “La gente está colaborando con pañales y ropita, incluso con dinero, pues la estadía por Asunción será larga. Lo que estamos necesitando son toallas de papel, que generalmente se usan en la cocina, pues a cada rato los profesionales que atienden a los bebés deben secarse las manos”, señaló la doctora.
Los quintillizos nacieron con 1,328, 1,310, 1,400, 1,216 y 1,250 gramos y se espera que mediante la alimentación por sonda logren alcanzar los 1,800 gramos (peso para el alta médica), así como el desarrollo pulmonar y físico para poder trasladarlos a una sala común.
Actualmente, los cinco bebés están en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) para mejor monitoreo, señalaron los médicos del Hospital San Pablo.
