Antes de la votación final, los consejeros solicitaron un cuarto intermedio para una reunión privada. Estuvieron once decanos de los doce que tiene la UNA. El encuentro se realizó en una de las oficinas del Rectorado, ubicado sobre la avenida España de Asunción.
De la reunión –que duró una hora– participó el cuestionado decano de la Facultad de Ingeniería, Éver Cabrera. El único ausente fue Raúl Torres Kimser, de la Facultad de Derecho.
Las altas autoridades de las casas de estudios consensuaron rechazar la intervención. Ayer se volvieron a reunir forzados por el rector Abel Bernal, quien, a su vez, fue presionado por los senadores Blanca Ovelar, Esperanza Martínez, Carlos Amarilla y Eduardo Petta, quienes le exigieron una solución al conflicto.
La UNA este año no tendrá ingenieros egresados porque los alumnos están en paro desde hace 111 días y sus autoridades les ningunean.
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Cabrera condicionó su renuncia
Cabrera dijo que renunciaría solo si se llaman a elecciones del Consejo Directivo en Fiuna, y si su movimiento pierde en las votaciones. Los sufragios están paralizados por una medida cautelar presentada por los estudiantes.
La única salida que ven los alumnos a esta situación conflictiva es aguardar la intervención del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones).
