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Una vivienda que fácilmente tendría una inversión de unos G. 300 millones, erigida en la parte alta de los humedales de la Chacarita, y pegada al Parque Caballero, fue derribada ayer por funcionarios de la Secretaría de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat).
La familia abandonó la vivienda de dos pisos hace ocho días, para acomodarse en uno de los departamentos del barrio San Francisco. La política de la institución del Estado es demoler la casa deshabitada a fin de evitar una nueva ocupación, explicó a ABC Sara Rafar, funcionaria de la Senavitat.
En la vivienda destruida vivían Catalino Castillo con sus hijos Marcelo y Liliana Castillo, con sus respectivos hijos.
Cuando los funcionarios comenzaron a demoler la estructura hubo un pequeño incidente porque las familias residentes en la zona baja temían que sus viviendas fueran afectadas. “Estamos trabajando con mucho cuidado para no afectar las casas vecinas”, dijo Rafar.
Son alrededor de 40 familias que se niegan a abandonar la zona que será afectada por el proyecto de ampliación del Parque Caballero del Ministerio de Obras Públicas, con financiación de la Itaipú.
Delia Olmedo, una de las vecinas, acusó a la Senavitat de beneficiar a familias que no merecen. Por ejemplo, le entregó casa a familias que vivieron en la zona apenas unos meses y no a los viejos habitantes, según dijo.