Santi es único entre 1.000.000

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Santiago Andrés Benítez Rolón (Santi) nació el 9 de enero en Asunción. Es hijo de Lidu Rolón y David Benítez, y hermano de Fabio Antonio (6) y José Agustín -Agus- (de un año y medio). Santi llegó al mundo con una muy rara enfermedad, que afecta a un bebé de cada 1.000.000.

Santi nació a las 34 semanas de gestación. “Los médicos notaron que algo no estaba bien en su piel, y luego le diagnosticaron ictiosis arlequín”, explica su papá, David Benítez, quien destaca la excelente atención de los galenos en el sanatorio La Costa y en el Hospital Acosta Ñu. Tanto él como su esposa, Lidu Rolón, se sentían ansiosos y felices ante la llegada de su tercer varón. “Al momento del parto, fue una sorpresa para nosotros y los médicos, salvo el pediatra que lo recibió, que vio un caso similar en México”, apunta el papá y agrega: “Los profesionales no dan muchas posibilidades de vida a bebés con esta condición; suelen resistir horas o días. En muy pocos casos llegan a la niñez y adolescencia, con un tratamiento largo y costoso”. Hoy Lidu y David se sienten “antes que nada bendecidos por la oportunidad que nos da Dios. Somos católicos, creyentes. Al conocer su enfermedad, le entregamos la salud de Santi a Dios; que sea él quien decida acerca de su vida. Nos sentimos bendecidos por los días que Santi está con nosotros, que ya nos regaló (casi dos meses), y con mucha fe. Esperanzados de que de esta batalla salgamos victoriosos con Santiago Andrés”.

El alta médica se logró el 27 de febrero por la noche, y así la familia llevó a casa a Santi, a su habitación especialmente acondicionada: ambiente estéril, paredes, pisos mobiliario especiales y asépticos, para evitar la más mínima infección. Al requerir climatización permanente, un generador se instala en estos días.

Papá es asesor comercial, y mamá cerró un negocio familiar para cuidar exclusivamente a Santi y a sus hermanos. Son incondicionales los familiares, comenzando por la abuela paterna, Lidia Alarcón Vda. de Benítez y el abuelo materno, Antonio Rolón. Su doctora de cabecera es la dermatóloga pediatra Olga de Garigoza, quien indica los procedimientos a seguir.

Las necesidades son muchas, las esperanzas y el amor son ilimitados.

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