El directivo precisó que a los equipos menos complejos de corte dos y cuatro, que debían entrar en funcionamiento en la víspera, les cambiaron los tubos que costaron entre G. 400 y 900 millones, pero aun así no funcionan.
“Los técnicos están trabajando con el tomógrafo de la clínica periférica Nanawa donde vamos a remitir algunos casos prioritarios, hasta que se reparen los otros equipos que no están operativos por fallas informáticas”, dijo Báez y agregó que los casos urgentes, por un convenio interinstitucional son remitidos al Centro de Trauma del Ministerio de Salud y al Hospital de Clínicas.
Los pacientes son quienes más sufren la imprevisión del IPS que cuenta por lo menos con uno de los aparatos de tomografía funcionando.
Unos 300 estudios de tomografías de rutina se realizan por día en el Centro de Imágenes, cuando los aparatos funcionan.
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Aclaró que la última máquina de tomografía de las seis que disponen, dejó de funcionar hace más de una semana, lo que significa que alrededor de dos mil quinientas personas no pudieron someterse al estudio. Dijo que las mismas deben ser reagendadas por el médico tratante, acorde a la prioridad de cada caso.
Según el directivo, hace dos años el IPS tenía una deuda de medicamentos muy alta, cuyo pago se priorizó. En aquel momento todos los equipos funcionaban, pero el recorte presupuestario de los años siguientes impidió el mantenimiento preventivo y los procedimientos correctivos de los tomógrafos. Y recién con el presupuesto de este año están reparando todos los equipos y está en marcha la licitación. Los costosos tubos deben ser cambiados cada dos años en promedio, por la alta demanda de los aparatos instalados en el 2009.
