Sobreviviente recuerda que Boquerón era un infierno

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CONCEPCION. (Telmo Ibáñez, corresponsal). Perdió un ojo y a un hermano, no se resignó y aún herido prefirió volver al campo de batalla antes que ver a su patria y a sus hijos gobernados por usurpadores extranjeros. Tranquilino Azcona Meza, de 89 años de edad, recuerda casi con júbilo su bautismo de sangre en la Guerra del Chaco, que lo experimentó en el fortín Boquerón, en setiembre de 1932.