Solo uno de los “quinti” aún necesita respirador

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Los quintillizos que nacieron el domingo con 30 semanas de gestación (7 meses y medio) se encuentran estables y evolucionan favorablemente en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital San Pablo. Ayer le removieron el respirador a Xiomara y solo Miguel Hugo precisa aún ayuda de oxígeno.

La Dra. Rosana Fonseca, encargada de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del Hospital San Pablo, comentó que ayer en horas de la mañana se le removió el respirador artificial a uno de los bebés que tenían dificultades y ahora verán cómo evoluciona. De los cinco hijos de Antonia Montenegro (31) y Miguel Obregón (34), solo Hugo sigue con el soporte artificial para respirar.

Los quintillizos, o simplemente “quinti”, como les llaman todos cariñosamente son Hugo, Iker, Xiomara, Abigail y Araceli. Se alimentan por vía enteral con leche de la madre y del banco de leche del hospital.

La Dra. Fonseca asegura que es prematuro dar un tiempo de evolución, pero si todo marcha bien, se puede afirmar que los pequeños abandonarán el sitio en dos meses, dependiendo de su progreso.

Los quintillizos nacieron con 1.328; 1.310; 1.400; 1.216 y 1.250 gramos (tres nenas y dos varones) y se espera que mediante la alimentación logren alcanzar los 1.800 gramos (peso para el alta médica), así como el desarrollo pulmonar y físico para poder trasladarlos a una sala común.

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Ante la versión de que aprovechadores se estarían haciendo pasar por familiares para recibir dinero y otro tipo de ayuda para la familia, la Dra. Fonseca dijo que, dada la experiencia, lo mejor es que la gente que quiera colaborar se acerque personalmente al Departamento de Servicios Sociales del centro médico, ubicado sobre la avenida De La Victoria del barrio San Pablo. El horario de atención es de 7:00 a 19:00.

La familia ya recibió ayuda como pañales y ropita para los bebés, que necesitarán en abundancia. Sin embargo, los padres, que ya tienen una hija, necesitan también ayuda para subsistir en Asunción, mientras sus bebés estén internados. La familia es de Santa María, Misiones, donde el papá Miguel trabajaba como mecánico de motos. Sin embargo, debió dejar su trabajo para acompañar a su esposa en el largo período de preparto que pasó internada en el hospital.

Miguel Obregón señaló que están necesitando rollos de servilleta de cocina y vasitos de análisis, como para almacenar leche.