Indicó que se pasó recorriendo dependencias de la Essap para reclamar el exagerado aumento en su factura. “Indicaron que probablemente el medidor tiene fallas y llevaron el aparato a hacer un peritaje, pero después de la prueba dijeron que funciona bien. Es decir, ellos son juez y parte a la hora de revisar sus medidores. ¿Dónde sabemos si es cierto o no? Estamos indefensos antes este tipo de cuestiones”, lamentó la señora.
Mientras hacía trámites en distintos departamentos, que más que brindar soluciones solo hacen perder el tiempo, ya vino otra factura de G. 1.600.000, comentó la afectada. “Ya revisé y dentro de mi casa no hay ninguna pérdida grande ni chica de agua, ya que eso se nota enseguida. Pero por más que tenga una fuga, es imposible que esté usando agua por más de un millón y medio. La factura de último aviso es de G. 3.400.000 (doble) y yo con mi sueldito de viuda no puedo pagar y sería muy injusto que me corten el servicio por un error que no viene de mi parte. Ningún funcionario me da una solución y por eso pido al presidente de la Essap (Ludovico Sarubbi) se interiorice personalmente de mi caso y me diga que podemos hacer. Mi casita (Rca. Argentina y Ecuador) está abierta a los técnicos de la institución para que puedan ver que yo no consumo el volumen de agua que ellos dicen y que no hay ninguna fuga en mi propiedad que pueda conllevar a un cobro elevado. Les pido por favor una solución”, indicó la señora Petrona. Insistió en que los técnicos de la aguatera vean su histórico y como saltó el monto desde hace dos meses. “Algo está mal y ahora me van a dejar sin agua. Ni mi vecina que tiene piscina y son más de 10 no paga tanto como lo que me quieren cobrar”, señaló.
