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Julio Cabañas, del movimiento Honor Estudiantil Revolucionario, señaló que la toma del colegio es una medida de protesta por la expulsión de sus compañeros a quienes se le atribuyó, “sin pruebas” el corte de cabello a un estudiante. “Más de 40 alumnos se cortaron el cabello voluntariamente y a uno de ellos mientras se le estaba realizando el corte, con su consentimiento, se le dejó a medias porque vinieron los profesores a atropellar la ‘peluqueada’. Luego vino un familiar del alumno y nos amenazó de muerte, le rompió el celular a un profesor y tiró una silla en la dirección, pero solo a nuestros compañeros sancionaron”, dijo.
El Equipo de Gestión suspendió las clases ayer exigiendo que quede firme el traslado a otra institución de los cuatro estudiantes a quienes consideran muy violentos. La viceministra de Educación, Carmen Giménez, dijo que la “peluqueada” se hizo con extrema violencia y que queda firme el cambio de ambiente para los alumnos. “Ellos deberán culminar sus estudios en otra institución”, indicó. Hoy tampoco habrá clases.