Trabajadores insisten en el aumento salarial

Una misa se celebró ayer en la Central Nacional de Trabajadores (CNT) en homenaje a los mártires de Chicago, que hace 131 años fueron ahorcados por exigir una jornada laboral de ocho horas en vez de las 16 que se trabajaban en ese momento.

“Hoy, más de 100 años después, estamos todavía luchando por las ocho horas de trabajo”, expresó Miguel Zayas, de la Central Nacional de Trabajadores (CNT). Anunció que el reclamo más fuerte sigue siendo que el reajuste salarial sea anual. “El Banco Central habla de que no hay inflación, pero los que vamos al supermercado sabemos que hay una enorme”, sentenció.

Comentó que en el sector de comercio y transporte suceden las mayores injusticias. “El 70% está trabajando aún 16 a 17 horas, pese al subsidio del Gobierno que tenía el objetivo de que contraten a más choferes para que todos tengan las 8 horas laborales”, expresó.

Participaron de la misa el ministro de Trabajo, Guillermo Sosa, y los miembros de su gabinete.

Guillermo “kái”

En otro punto de la ciudad la plenaria sindical que aglutina a seis centrales sindicales se congregó frente a la sede del Ministerio del Trabajo, donde declararon al titular de la cartera, Guillermo Sosa, “persona no grata”.

Los sindicalistas incluso “incineraron” un muñeco con el que representaron al ministro Sosa y calificaron de “farsa” los logros del gobierno destacados por el presidente Horacio Cartes.

Bernardo Rojas, de la Central Unitaria de Trabajadores Auténticos (CUT-A), dijo ayer –en el marco del Día del Obrero– que “falta promover la generación de empleos decentes, que no es lo mismo que ferias de trabajo, como al parecer entiende el Gobierno”. Agregó que pelearán para que se cumpla el reajuste del 30% del salario mínimo (equivalente a G. 508.000).

Llamado a luchar

Eduardo Ojeda, del Congreso Democrático del Pueblo (CDP), que organizó otro acto frente al Panteón de los Héroes y luego una marcha en el microcentro de Asunción, hizo un llamado a la organización, a la movilización y a la lucha de la clase obrera.

“Hay una política del Gobierno de avanzar sobre los intereses de la clase obrera. El salario mínimo no representa ni el 50% del costo de vida real y apenas el 35% de la población económicamente activa está en la formalidad; esto se agrava con la precarización del IPS y dos proyectos de ley que están en el Congreso, que van a empeorar más las condiciones de los trabajadores. Se trata de la apropiación de los fondos de la previsional por parte de extraños, y la ley de libranzas, con la cual pretenden hipotecar el salario de los trabajadores. Hoy no hay una fuerza sindical que salga a luchar por los derechos de los trabajadores. Debemos volver a organizarnos y desarmar las prebendas y las prácticas sindicales entreguistas”, dijo.