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En la calle 21 Proyectadas y José María Mongelós se pueden encontrar, en solo una cuadra, dos máquinas tragamonedas ubicadas frente a despensas montadas por damnificados por la crecida del río. Si se sigue el recorrido por la misma calle principal, se observan fácilmente más máquinas, la mayoría ubicada prácticamente en la calle y sin ninguna persona que las controle, es decir, cualquiera, niño o adulto, puede acercarse para jugar sin recibir reclamos.
En casi todos los refugios se infringe la ley abiertamente, sin que esto llame la atención de las autoridades. En todo el trayecto no se encontraba ni un solo efectivo policial. Vecinos comentaron que muchos menores de edad acuden al sitio luego de salir del colegio y se quedan jugando casi una hora. Se quejaron tanto de los que explotan las máquinas de azar como de los padres que no controlan la salida de sus hijos.
En el Mercado 4
Aún con los controles realizados en el Mercado 4 para la eliminación de los tragamonedas, estos artefactos se siguen utilizando.
Un equipo de ABC Color recorrió el sitio y constató que ya no se observan máquinas de azar en cada esquina como anteriormente sucedía, y cuando los vendedores son consultados, estos afirman que ya no hay ni una sola desde la última vez que se realizó un operativo para incautarlas. Sin embargo, adentrándose en la zona, se pudo encontrar dos artefactos en uso que se hallaban escondidos para el caminante, en un pasillo sin salida.
Por otro lado, comerciantes de la Galería Bonanza indicaron que se siguen teniendo clandestinamente los artefactos. Según estos, hay al menos cinco “bien escondidos” en cada manzana. Indicaron que los inspectores de la Municipalidad saben en dónde se ubica cada uno, pues siempre “pasan a cobrar al dueño para que el trato quede en silencio”. En la actualidad hay 2.500 tragamonedas habilitados, sin embargo hasta ahora se confiscaron más 1.000 por estar trabajando en negro.