“Último último día”, excesos solapados por los padres

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Estamos en temporada de las fiestas del “Último, último día”, conocido por la sigla UUD, cuando los estudiantes del último año de la Educación Media se despiden de las clases, organizando encuentros en residencias particulares o discotecas donde se alcoholizan sin control alguno.

Desde hace unos años se convirtió en una tradición en colegios privados y en algunos colegios públicos celebrar el “Último último día” o “UUD”, que marca el fin de las clases y el inicio de los exámenes finales para egresar de la secundaria.

Esta tradición complementa el “Último primer día” (UPD), cuando los estudiantes del tercer año festejan con batucadas, disfraces, pintatas, y espuma el último primer día de clases de secundaria de su vida, que se da inicio al año lectivo.

En ambos casos, antecede a la llegada al colegio una fiesta privada previa a las actividades que se celebran en sus respectivos colegios. En muchos casos, los jóvenes, menores de edad, se alcoholizan sin control alguno y llegan al colegio en estado de ebriedad.

La directora del Colegio Santa Clara, donde ayer celebró un “Último último día” de estudiantes del tercer año, Katty Ibarra señaló que esta actividad se puso de moda ya hace unos años y que la institución no está involucrada en organización alguna de la fiesta nocturna, que se hace previamente a la conmemoración que se desarrolla en la institución, en horarios de clases. “Es una actividad que involucra solo a los padres y alumnos, en la cual no tenemos responsabilidad”, dijo.

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Sobre el acontecimiento que se hace en la institución, explicó que “los chicos ingresan al colegio con euforia, cantan el Himno Nacional como nunca antes y todo es bullicio y alegría”, destacó Ibarra. El último día de clases no se desarrolla materia alguna. Los jóvenes se dedican a escribir dedicatorias en las remeras de sus compañeros, se pintan el rostro, se disfrazan y reciben los saludos de los más chicos.

Una docente de uno de los colegios en donde se estila esta tradición importada de Argentina explica que todas las fiestas son organizadas por los adolescentes. Ellos firman contratos con DJ, alquilan los locales, y compran las bebidas alcohólicas, muchas veces ante la mirada complaciente de los padres.

“Este año, una joven casi muere ahogada en una de esas fiestas porque la lanzaron al agua estando totalmente ebria. Hacen varias fiestas, no solamente la de UUD, también están la fiestas ‘chau tercero’, y las despedidas para los que terminan el año, organizadas por los ‘bichos’, es decir, los del primer año agasajan a sus ‘padrinos’ del tercero. Los bichos también tienen su fiesta de iniciación que denominan ‘Bienvebicho’. En estas fiestas gastan fortunas y el alcohol es moneda corriente, todo con el silencio cómplice de las autoridades de los colegios y de los padres”, contó la docente.