Universidades de “franquicias” son ilegales y están bajo lupa del Cones

Como flores en primavera crecen silenciosamente las “franquicias de universidades”. El Cones reveló que de 54 universidades existentes en Paraguay, al menos 10 de ellas solamente se dedican a vender su nombre –a cambio de un porcentaje de ganancia mensual– a empresas tercerizadas para que exploten el servicio aunque sea de manera precaria. Aquellas ya están bajo lupa y las autoridades anuncian que serán clausuradas sin previa intervención.

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Las universidades privadas se reinventan en su forma de lucrar y estafar a los estudiantes ya sea en la modalidad de “garaje” o de “franquicia”. Ambas están prohibidas cuando se trata del ámbito educativo.

Hildegardo González, presidente del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones), explicó que el origen de esta crisis se remonta de la Ley 2529/06 (conocida como Ley Marco) que, basada en una interpretación radical de la autonomía, estableció que el Congreso puede crear una universidad o instituto superior sin tener siquiera una propuesta académica. Luego estos ya podían por sí mismos habilitar todas sus filiales y carreras.

Dicha ley ya no está vigente, pero el daño causado con ella a la educación superior en el país sigue golpeando hasta la actualidad a miles de estudiantes.

El negocio de la franquicia se da cuando la universidad está creada legalmente por ley, pero como los propietarios ya no están interesados en abrir una institución, entonces “negocia” ofreciendo su nombre a los dueños de institutos o academias. Los mismos compran los derechos para usar la marca y abrir sus instituciones de “medio pelo”.

El propietario de la institución “madre” ni se molesta en verificar que se cumpla con ciertos estándares en el plantel docente, equipamientos de aulas y mucho menos en la educación que se imparte en la institución que lleva su nombre. Solo se limita a firmar los documentos académicos cuando se le requiera.

Luego llueven las denuncias ante el Cones y el MEC de estudiantes que se matricularon, pero que luego de un periodo no prosiguieron sus estudios porque la “universidad” cerró sus puertas sorpresivamente.

Obviamente los alumnos así se quedan sin certificados de estudios y ni hablar de sus títulos que no son más que un cartón sin validez.

“Vienen los alumnos a nuestras oficinas a decir que estudiaron en tal universidad. Se le convoca al propietario y este deslinda toda responsabilidad porque firmó un contrato privado para tercerizar el servicio. Eso está prohibido. Nos encontramos con tantas barbaridades y miles de estafados”, lamentó González.

Agregó que “recién después de la promulgación de la Ley de Educación Superior el Cones tuvo instrumentos legales para regular a las instituciones superiores. Seguimos trabajando. Hay muchísima presión de todos los sectores”.

El Cones todavía no divulgó oficialmente los nombres de las 10 universidades que tienen franquicias.

El año pasado, el ministro de Educación, Enrique Riera, reveló que 8.000 estudiantes fueron estafados por dueños de universidades e institutos superiores que expedían títulos “dudosos”. Si bien las autoridades habían prometido dar una solución a los estafados, hasta ahora varios no han podido retomar sus estudios.

Clausura sin piedad

El viernes último, la plenaria del Consejo Nacional de Educación Superior (Cones) resolvió que amparados en la Ley de Educación Superior (4995/2013) las universidades que habilitan “franquicias” en distintos puntos del país a partir de ahora serán clausuradas sin previa intervención.

Hildegardo González, presidente del Cones, dijo: “Buscamos un proceso abreviado, si hay evidencia contundente no se necesitará más de una intervención que dura 6 meses como mínimo. Acá ya hay que actuar rápido y pararles antes de que más estudiantes sean perjudicados”.

En Paraguay funcionan 54 universidades. Entre ellas existen varias instituciones estafadoras.

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