La normativa, en su artículo 2º, señala que está prohibido en todo el territorio de la República, causar ruidos y sonidos molestos así como vibraciones cuando por razón de horario, lugar o intensidad afecten la tranquilidad, el reposo, la salud y los bienes materiales de la población. Señala además en su artículo 11, que las denuncias presentadas ante las autoridades municipales o policiales obliga a estas instituciones a intervenir y disponer la prohibición o la reducción de los ruidos molestos.
Los vecinos manifestaron sus sospechas de que los agentes policiales de Villa Elisa estarían recibiendo algún tipo de propinas por parte de los administradores del lugar de eventos, pues nunca acuden al sitio cuando se hace la denuncia.
Los barrios afectados por el alto volumen de la música son Gloria María, Rodesal y Conavi. “Este sitio es abierto y por la naturaleza del terreno está más bajo que las casas de los alrededores y eso hace que la música, a un volumen muy elevado, afecte a los que viven en las cercanías. Este mismo problema ya teníamos con Veracruz, que se había mudado. Ahora vino esta nueva empresa que no nos deja dormir”, señaló Alcides Pereira, uno de los afectados.
Agregó que varios vecinos incluso sufrieron daños en sus ventanas de vidrio, por el alto nivel de vibración que producen las ondas del elevado sonido. “Estamos juntando firmas para luego ir a la Municipalidad y también una acción de la Fiscalía, que entendemos ya debió actuar de oficio”, comentó Juan Ávila, vecino del barrio Gloria María.
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En la tarde de ayer intentamos obtener la versión de los responsables de la empresa Dubái N&R. Sin embargo, nadie atendió en los número de celulares que aparecen en su página oficial del Facebook (981139554 y 0982 742464).