Cándido Dávalos, el frentista quien se encargó de realizar el montaje, explicó que mucha gente considera que el barrio es peligroso y con esto se quiere concientizar y motivar a la gente para vivir en comunidad.
“Es una novedad grande para nosotros porque antes allí había solo un tronco de un árbol que se había secado. Lo pintamos y ahora nuevamente renace con luces de distintos colores sobre una estructura de hierro”, comentó.
Destacó que los niños cada noche juegan bajo el arbolito navideño y quienes pasan le toman fotografías, lo que los reconforta.
