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Silvia Alcaraz, junto con su pareja Bernardo Núñez, se instalaron con sus casitas de paja y karanda’y en la vereda ubicada sobre la avenida Perú casi Pettirossi, y allí ofrecen sus productos las 24 horas, haya sol o lluvia, día y noche.
Desde el 1 de diciembre se encuentran ofreciendo sus creaciones que incluyen además de la casita tradicional para el pesebre, otras variaciones como casitas con la silueta de madera de un ángel o de una estrella fugaz, chozas circulares en cúspide con techo de paja redondeado, además de carretas campesinas hechas con karanda’y y ysypo, que también son utilizadas para montar el pesebre.
A sus casitas les añaden musgo y plantas ornamentales a precios muy accesibles que van desde G. 20.000 a G. 300.000 las de mayor tamaño. Mientras que las carretas se pueden encontrar desde G. 60.000 hasta G. 100.000. También venden mazos de paja a G. 20.000, ramas de karanda’y a G. 4.000 (3 x 10.000), flor de coco a G. 10.000 y flor de caraguatá a G. 5.000.
Silvia señala que permanecerán en el improvisado puesto hasta la noche del 24 de diciembre ya que tienen experiencia de que muchas personas arman sus pesebres en la víspera de Navidad, aunque esperan con fe vender mucho antes todo lo que se pueda para poder compartir en familia la cena de Nochebuena.