Vetusto equipamiento complica trabajo de los meteorólogos

Seis departamentos se encuentran bajo los llamados corredores de tornados. Generalmente ocurren en campo abierto, pero cuando llegan a las ciudades destrozan todo a su paso. Cambiar los obsoletos equipos meteorológicos podría paliar daños, ya que alertaría de su llegada.

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Esta falencia se pone en evidencia nuevamente ante la venida de “meses turbulentos” en cuanto a tormentas. El director de Meteorología e Hidrología, Julián Báez, explicó que si bien estos fenómenos climatológicos extremos no se pueden detener, sus consecuencias sí se pueden paliar cuando se cuenta con modernos equipos meteorológicos.

Según el experto, la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) tiene un obsoleto radar meteorológico que funciona en el campus de la Universidad Nacional de Asunción, desde allí, su alcance para medir las precipitaciones es de un radio de poco más de 150 kilómetros, y su función para detectar los vientos solo alcanza unos 200 kilómetros. Como fue adquirido ya en el 2002 no es de última tecnología, por lo que necesita una urgente actualización.

“La necesidad es imperiosa para cubrir toda la Región Oriental. El radar que tenemos ya es obsoleto. Un radar moderno te permite detectar dónde está ocurriendo granizadas por ejemplo y directamente te lo marca en la pantalla y los meteorólogos pueden alertar de su llegada horas antes, tiempo valioso para que la ciudadanía tome recaudos y que el impacto sea mínimo”, dijo Báez.

Respecto al presupuesto que los nuevos radares representarían, mencionó que un aparato de esta naturaleza, de banda C, significaría un precio (de origen) de US$ 1 millón. A esta cifra igualmente deberán sumarse obras civiles y otras complementarias, por lo que para cada radar a instalarse se requerirían de entre US$ 1,5 millones y US$ 2 millones. “Una cifra alta, pero no imposible de pagar”, indicó Báez.

Los departamentos en donde existe un “corredor” para los vientos que alcanzan la categoría de tornado son: Canindeyú, Itapúa, Caazapá, Caaguazú, parte de Guairá y Alto Paraná.

Los tornados, en algunas ocasiones, ocurren en las ciudades y son visualizados, pero en la mayoría de las veces ocurre en campo abierto, según indica el experto.

Primavera turbulenta

“La estación primaveral es muy turbulenta para nuestro país. Sin alarmar, hay que estar atentos, no tenemos condiciones para decir que va a llover menos; lo que reste de octubre y noviembre va a llover más y es casi normal esto”, finalizó.

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