Un guardia del Cementerio del Este comentó que también varias personas fueron a ese camposanto. “En Navidad hubo más gente que ahora. Pero hubo mucho movimiento. Están los que vienen temprano. Hacen una oración con una vela encendida y luego se marchan. Otros vienen a pasar prácticamente el día, es decir, llegan a las 10:00 y se retiran a las 16:00. Incluso almuerzan acá. Cada uno tiene su forma de pasar con su ser querido que ya no está”, comentó Justo Benítez, funcionario municipal.
Por su parte, Óscar Cantero, comentó que fue a visitar la tumba su padre y abuelo, enterrados en el mismo panteón en el Cementerio del Este. “Cada año vengo en Navidad o Año Nuevo para pedirle a mi papá, que nos dejó hace 12 años, que nos cuide desde arriba todo el año. A veces coincidimos con mis hermanos y nos quedamos una par de horas. De paso limpiamos un poco el sitio. Este año me tocó venir solo. No quise despertar a mi hija para que me acompañe”, comentó.
