Volver a elegirse

Un divorcio implica mucho más que un trámite legal. Poco y nada en este tiempo se habla de evitarlo. Este vacío hace que muchas parejas que podrían superar la crisis acaben frustradas de por vida. “Con la ayuda correcta, se puede evitar el divorcio”, dice la psicóloga Mariana Morales Girala.

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En la mayoría de los casos, nadie se casa pensando que su matrimonio no va a durar. Sin embargo, todos los días hay separaciones y divorcios. “Abundan los matrimonios que por fuera se ven felices, pero había sido que no lo eran y un día acaban en divorcio. Esto nos planta en la mente la idea de que un matrimonio feliz es cosa de la suerte. En realidad, las personas que tienen un buen matrimonio tienen en común ciertas características y comportamientos que se pueden aprender”, afirma Mariana Morales, psicóloga, master en terapia familiar, quien cursó la carrera completa en EE.UU.- Nova Southeastern University y City University, New York.

-Hay una duda que puede corroernos por años: “¿Me divorcio o no?”

Es muy frecuente que las personas acudan a terapia por problemas que llevan mucho tiempo sin resolverse, y que les hace dudar del futuro de su relación. Casi siempre nuestra manera de intentar resolver los problemas, los agrava, porque usamos la crítica y porque culpamos al otro cuando nos expresamos; éste se defiende y contrataca. Esta dinámica no tiene fin.

-Tal vez sentimos una estafa sentimental, nos desilusionamos.

La mayoría de las veces nuestros conflictos surgen porque tenemos un sueño que nos gustaría cumplir, y nos sentimos frustrados porque nuestra pareja no entiende esos sueños y deseos más profundos. Los eternos problemas mejoran una vez que aprendemos a conectarnos con el mundo interior de nuestra pareja, cuando volvemos a conocer mejor a esa persona que eligió casarse con uno, y honramos sus sueños.

-¿Qué es lo más grave que puede quebrar una pareja?

Según el experto Gottman, que estudió durante décadas qué hace que los matrimonios tengan éxito o fracaso hay 4 factores: la crítica, la actitud defensiva y el encerrarse en sí mismo, y la peor de todas, el desprecio, la característica más corrosiva para un matrimonio. No solo quiebra la pareja, sino que la persona que recibe el desprecio de su pareja es más propensa a tener problemas de salud, y afecta directamente a su sistema inmunológico. Desprecio es cuando le faltamos el respeto a nuestra pareja, utilizamos sarcasmo, o cuando le hacemos sentir insignificante. Cuando le ponemos apodos groseros, decimos “en broma” cosas hirientes, remedamos. El desprecio hace que cualquier problema que exista sea prácticamente imposible de resolver, no se puede cuando la otra persona te da un mensaje de que es superior, que le das asco, que le provocás rechazo. En cambio, absolutamente todos los problemas se pueden resolver cuando en la pareja se cultiva la amistad, el cariño y la admiración.

-También hay parejas que se respetan, se aman, pero nunca logran congeniar y se divorcian.

Cuando dos personas que se aman deciden divorciarse, van a encontrarse con que no pueden simplemente apretar un botón y resetear su vida. Cuando existen conflictos en el matrimonio, hacemos y decimos cosas que lastiman al otro, a veces sin tener esa intención. Después de un divorcio quedan con sentimientos de dolor y culpa, preguntándose qué hubiera sucedido si se hacían las cosas de otra manera, si se intentaba recuperar el daño a tiempo.

-¿Es acertado tomar distancia física por un tiempo?

Muchas veces la separación física puede ser una herramienta constructiva para una pareja que está pasando por un mal momento, siempre y cuando se haga con ayuda profesional, y se tenga claro cuál es el objetivo principal. Puede traer muchos beneficios mientras se haga para recuperar la estabilidad emocional: que cada uno tome tiempo para aprender qué tiene que hacer por el bien de la relación. También se debe seguir manteniendo la comunicación con la pareja, para que no haya una desconexión emocional. Tenemos la idea errónea de que cuando las cosas van mal tenemos que estar encima del otro; tenemos miedo que al distanciarnos perdamos el control sobre nuestra pareja y se irá para siempre.

-¿Cómo perdonar, equilibrar el orgullo, recuperar la confianza si nos han traicionado?

Cuando se rompe la confianza es necesario que ambas partes primero sean sinceras consigo mismo, que se pregunten si realmente sienten suficiente amor, admiración y respeto por la pareja, para que valga la pena el gran esfuerzo que va a conllevar recuperar la relación. El que hirió va a tener que esforzarse por recuperar la confianza no solo de la pareja sino de todo el entorno familiar. El herido va a tener que decidir si está dispuesto a perdonar, dejar ir, mirar para adelante.

-Muchas personas buscan ayuda en sus familiares más cercanos, amigos, publican en redes, etc. ¿es un desahogo útil?

Mi recomendación es buscar ayuda profesional. Primero, por discreción, los problemas matrimoniales son privados y los profesionales están bajo un código de ética que garantiza confidencialidad. Luego, la neutralidad; cuando contamos a familiares corremos el riesgo de que creen alianzas en contra de los cónyuges. Otro punto es que cuando las personas saben demasiado acerca de nuestra relación, si decidimos perdonar a nuestra pareja, nuestros seres queridos probablemente queden con ese resentimiento y esto va a ser un obstáculo a la hora de lidiar con la reconciliación.

-¿Qué resultado da ir solo a la terapia porque la pareja no quiere ir?

Muchas personas vienen solas porque la otra parte no está de acuerdo con hacer terapia. Una relación se da de a dos, pero cuando una pone de su parte y aprende a dejar de lado los comportamientos que llevan al divorcio, rompe el círculo vicioso en el que ambos están inmersos, y esto puede generar grandes cambios para ambos. Si una de las mitades cambia, la dinámica de la relación cambia.

 

ALGUNOS CONSEJOS PRÁCTICOS 

“Los estudios acerca de qué hace que el amor dure 30, 40 o 60 años -a pesar de los problemas- revelan que la clave para mantener vivo el amor es una sólida amistad. Primero nos tenemos que caer bien, ser amigos, no pensar que conocemos a nuestra pareja 100% porque llevamos años de convivencia. Todos cambiamos con el trascurso de los años y los matrimonios exitosos saben esto y buscan aprender cosas nuevas uno del otro”, especifica la profesional.

-¿Qué preguntas podemos hacernos interiormente?

Preguntarnos si cuando estamos intentando solucionar problemas, nos acercamos o nos alejamos de nuestra pareja. Muchos divorcios ocurren porque uno busca solucionar, llenar sus necesidades fuera del matrimonio. Esto no solo tiene que ver con la infidelidad. La mentira es una forma de darle la espalda a la pareja. La confianza se construye en pequeñas oportunidades, cuando demostramos lealtad a nuestra pareja, contactamos, nos expresamos en vez de encerrarnos en nosotros mismos.

Entonces, dos consejos prácticos que van a hacer la gran diferencia: Primero, no perder la curiosidad. Preguntémosle con frecuencia a nuestra pareja acerca de su vida, sus sueños y pensamientos. Dos, aprendamos a comunicar nuestras necesidades al otro sin utilizar la crítica. Aceptarlo como es. La clave está en el cariño y la sutileza, haciéndole saber al otro que le amamos y aceptamos cuando le estamos pidiendo que cambie algo.

lperalta@abc.com.py

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