La Ley 5777/16 de Protección Integral a las Mujeres señala las diversas formas de violencia. Uno de los más graves es el feminicidio. En el 2018 hubo 59 casos y 130 intentos, según el Ministerio de la Mujer, que tiene bajo presupuesto.
Para lograr un protocolo de atención rápida y eficaz a las víctimas de la violencia doméstica se instaló una mesa de crisis interinstitucional el año pasado. Sin embargo, a un mes y medio de este año, ya se produjeron seis feminicidios y 11 tentativas.
“Es alarmante el aumento de casos de violencia y feminicidios que tenemos en el país. Estamos teniendo los primeros avances en la mesa de crisis. Acordamos una serie de medidas que tendrán sus resultados recién a corto y mediano plazo”, indicó la ministra Nilda Romero.
Agregó como hecho significativo que desde este año se incluirá en la malla curricular de ingreso de los nuevos policías y en los exámenes de ascensos, una materia especializada en violencia intrafamiliar.
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Dijo que siguen trabajando con la coordinadora del Poder Judicial en un proyecto de ley, en el cual se elabore la posibilidad de la creación de los juzgados especializados en víctimas de violencia contra la mujer. Asimismo, se incluirá en la ley la incorporación del uso de las pulseras a los agresores que tienen medidas sustitutivas a la prisión.
Destacó igualmente la importancia del empoderamiento económico de la mujer. En este sentido, indicó que ha recibido la confirmación del apoyo del Gobierno de Marruecos, para trabajar en dos etapas.
La primera ya se ejecutó en el Gobierno anterior, en 120 comités y 1.200 mujeres en tres departamentos. La segunda etapa corresponderá a la administración actual. “Conformaremos 40 comités en Caaguazú y 40 en Cordillera junto al Ministerio de Agricultura y otras instituciones. Son 800 las mujeres que van a recibir un beneficio directo.
Romero destacó que está demostrado que para luchar contra la violencia contra la mujer hay que darle una salida laboral, además de potenciar su autoestima y su liderazgo, porque en muchos casos tienen dependencia económica de su pareja y no puede salir del círculo de violencia.