La Dra. Águeda Cabello, directora de la Dirección General de Vigilancia de la Salud, informó ayer que los resultados de las muestras tomadas a la recién nacida con microcefalia en Paraguarí dieron negativo para zika. La beba nació con bajo peso, a las 38 semanas de gestación, comentó la infectóloga.
“El diagnóstico fue de microcefalia y, a partir de ahí, se inició la investigación. En este caso específicamente para descartar defectos congénitos, se investigó primero zika porque la paciente había referido que durante el embarazo sufrió un cuadro eruptivo. Sin embargo, los resultados para el virus dieron negativo por el Laboratorio Central de Salud Pública”, señaló la profesional.
Agregó que enfermedades como la rubéola congénita, sífilis, VIH, parvovirus, herpes, toxoplasmosis y otras también pueden producir microcefalia. “En el caso de Paraguarí se están realizando todas estas investigaciones, por lo cual, la paciente sigue en estudio para verificar otras posibles causas”, dijo.
Ante la consulta en que consistió el estudio laboratorial para descartar zika, Cabello explicó que las pruebas a la beba fueron efectuadas en el líquido céfalo raquídeo y en sangre. En tanto que a la madre fue tomada una muestra de orina. Todas estas muestras dieron negativo para zika.
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Recordó que el primer caso de una embarazada con confirmación de zika fue en Luque, aunque hasta el momento todos los estudios gestacionales dan negativo para microcefalia. “En este caso, ella se encuentra en el último periodo gestacional y, hasta el momento, no hay microcefalia. No sabemos al momento del nacimiento”, aclaró.
Mosquito común
El virus del zika sobrevive en el estómago del mosquito común culex y está presente en sus glándulas salivales, lo que convierte al género en posible transmisor del mal, además del Aedes aegypti, según una investigación en Brasil. En Paraguay, las autoridades ya están al tanto y aguardan más detalles de la investigación, dijo la doctora Cabello, al tiempo de manifestar que es una noticia preocupante porque el culex está presente durante todo el año, de día y de noche. “No es una noticia muy buena”, señaló la epidemióloga.