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El condenado senador Víctor Bogado (ANR, cartista) se salvó ayer de la expulsión porque sus colegas en realidad no quieren sentar precedente de rajadas meteóricas de legisladores.

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En teoría, hay 30 votos en favor de la destitución del condenado de la Cámara de Senadores. Pero este laaargo fin de semana, al estilo Liverpool en la Champions League, vaarios $e pueden dar vuelta. 

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Para que la ciudadanía sepa, Blas Llano y sus correligionarios que le responden más a sus primos hermanos cartistas le apoyan a Bogado.

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El senador dio un discurso ayer en plena sesión, intentando defenderse de la condena. Fue patético. En primer lugar, se intentó equiparar con Steve Jobs. Luego se declaró un perseguido de nuestro diario.

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A medida que avanzaba ya convirtió el medio de comunicación en un partido político y segundos después dijo que estaba en la cima de la pirámide de Kellsen. Delirante. Lo que no explicó es por qué cometió el delito de doble cobro de honorarios en calidad de cómplice.

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Hasta citó a un experiodista paraguayo, autor de un desconocido libro para sostener su teoría conspiraticia mientras “Beto” Ovelar le nombra a Michel Foucault para sostener sus ideas. 

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Entre gallos y medianoche se presentó ayer sospechosamente un pedido de pérdida de investidura para el acusado senador Salyn Buzarquis (PLRA, efrainista), con el objetivo de presionar a este bloque opositor para que no vote por la destitución de Bogado. Es una típica jugada de Honor Colorado. Eso tiene un nombre: chantaje. Así nomás.

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Los del Frente Gua’u, liderado por Lugaucho, también está dispuesto a salvarle al condenado cartista siempre y cuando los liberales en pleno le apoyan al legislador colorado.

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Seguramente para aparentar un altruismo y modestia, Calé anunció que retiraba un proyecto para homenajearlo entregándole la presidencia del Congreso al cierre de este año legislativo, como un premio por sus 30 años consecutivos como legislador. La delirante idea del homenaje partió del titular del Senado, “Trato apu’a” Ovelar, y dijo que habló en representación del bloque de Colorado Añetete.

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Estaría bueno que Ovelar explique los relevantes servicios que prestó su admirado colega en estas tres décadas, porque en opinión de la gente, según puede leerse en las redes sociales, no hizo otra cosa que calentar la silla y participar de componendas que se gestaban en el Poder Legislativo.

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En realidad, no le quedó otra a Calé que retirar el proyecto, ya que no tuvo eco entre sus colegas, ni siquiera en mucho de sus correligionarios, que hasta dejaron sin quorum una sesión la semana pasada donde se iba a tratar la cuestión.