Delincuentes casi fabricaron una ley desde la prisión

“Lee un poco ABC” le escribió “Capilo” al diputado Bernardo Villalba en la calurosa mañana del domingo 13 de febrero de 2011. Se refería a la página 14 de nuestro diario donde el exdiputado José López Chávez por primera vez se manifestaba a favor de la no extradición ni de paraguayos ni de extranjeros nacionalizados paraguayos. Esto último, muy conveniente para el narco Jarvis Chimenes Pavão, quien había sido apresado el mismo día con Capilo, el 28 de diciembre de 2009, Día de los Inocentes.

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“ya lei todo! espectaculo esta Lopez Chavez! nde calida chamigo” felicita y congratula el diputado Bernardo Villalba a Capilo por el logro obtenido con López Chávez. Lograr que un parlamentario jugara el partido y encima mencionara simbólicamente su causa lo convertía en “patriótico”, según Capilo.

“Viste ustedes colorados, no ven la injusticia que se ac contra mi persona. Otra persona d otro partido se sta dando cuenta. Si siguen asi no van 2013 ganar... Espero que entren en campaña a apoyando al Diputado que es patriotico igual que yo”, escupe Capilo a Villalba.

Ni corto ni perezoso Villalba contesta: “apoyame a mi para diputado y vas a ver actuar a un diputado que vale!”.

A partir de allí todo salió velozmente por un tubo. López Chávez quedó como el padre de la criatura a tal punto que el 19 de junio de 2013 y antes de dejar el Parlamento, sigilosamente presentó el proyecto de ley para evitar que los narcos paraguayos y los extranjeros nacionalizados paraguayos fueran extraditados.

Veloz como la luz

La Cámara de Diputados del nuevo Parlamento trató ¡sobre tablas! el proyecto de la nueva ley apenas 6 días después, sin que ninguna comisión hubiera opinado o dictaminado. Aprobaron sin contratiempos 48 diputados, solo 13 en contra y 3 se abstuvieron de votar. La Cámara de Senadores recibió el engendro jurídico, giraron a sus comisiones donde una tras otra fueron rechazándolas para terminar luego con la mismísima plenaria rechazando el proyecto.

Volvió a Diputados que en sesión de octubre del año pasado aceptó el rechazo del Senado. Uno solo votó a favor. ¿Quién? El diputado Marcial Lezcano, el mismo que liberó a su hermano policía hallado con cocaína líquida. Tres de ellos se abstuvieron de votar: El colorado Freddy D’Ecclesiis con historial familiar ligado al narcotráfico; el colorado Félix Ortellado y Bernardo “Lalo” Villalba, abogado de Capilo.

López Chávez

¿Bajo qué argumentos justificaba López Chávez su proyecto? El principal, que Paraguay no podía ser patio trasero de Brasil... Contradictoriamente, el exdiputado es el mismo que estaba a favor de la instalación de bases de EE.UU. en Paraguay. Formó, además, parte de la comisión de lucha contra el narcotráfico, ilícitos conexos y graves. Durante el período legislativo 2008-2013, fue la de menor producción en Diputados, con apenas cuatro dictámenes en cinco años.

Llamamos tres veces al celular de López Chávez para obtener su versión antes de esta publicación. El exdiputado no respondió nuestras comunicaciones.

Gran proveedor

Una investigación del Ministerio Público Brasileño durante tres años (2010/2013) ubica a Capilo como mano derecha de Jarvis Pavão y como el principal proveedor de drogas para los grupos criminales más peligrosos del Brasil.

La operación Capricornio de la Senad, de diciembre de 2009, logró apresar a ambos. Sin embargo, pasaron casi 5 años antes de lograr condenarlos a penas irrisorias de 7 y 8 años. Los narcos lograban suspender las audiencias una y otra vez, ahora se sabe cuan poco costaba hacerlo.

Según la investigación de la Fiscalía brasileña, Capilo es uno de los más grandes proveedores de droga del poderoso y peligroso Primer Comando Capital (PCC). Estando preso igual provee cargas de hasta 400.000 dólares en cocaína de alta pureza, refieren las investigaciones que se apoyaron en audios, filmaciones, documentos y evidencias de las incautaciones.

Tanto Capilo como Jarvis Pavão están en prisión. Periodistas brasileños que publicaron “Narcosur” denunciaron que para entrar al “escritorio” de Pavão, las visitas son controladas por su servicio de guardaespaldas.

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