Gobierno atribuye al EPP ejecución de dos policías en zona de narcos

Ambas autoridades indicaron ayer de mañana que el crimen fue perpetrado por miembros del EPP, que utilizaron fusiles FAL y AK-47, calibres 7.62, así como fusiles M16 de calibre 5.56 y pistolas calibre 9 mm.

Fue en una conferencia de prensa en el Ministerio del Interior, después de que la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) localizara huellas de ocho botas de lluvia que conducían al campamento recientemente abandonado por los asesinos, en un monte a pocos metros del camino rural donde fue emboscada la patrullera del puesto policial Nº 19 de la colonia Aguará de Amambay, aunque aún en la jurisdicción del departamento de San Pedro. Los dos fueron ejecutados, a juzgar por la forma en que fueron hallados. En la guarida, la FTC halló explosivos que tuvieron que ser desactivados y las cosas de los dos uniformados eliminados, que se suman a los otros 13 que cayeron en manos del EPP.

El suboficial principal Adalberto Candia Sanabria y el suboficial primero Egidio Ramón Chávez regresaban a su unidad después de que dejaran a su jefe, el comisario Juan Carlos Cabrera Báez (41), en la zona de la colonia Río Verde del distrito de Santa Rosa del Aguaray. El comisario Cabrera tomó en el lugar, sobre la Ruta III, un colectivo que lo trajo a Asunción, después de que trabajara por dos semanas consecutivas cubriendo a su subjefe, el suboficial Candia, quien precisamente se reincorporaba ese día tras la muerte de su padre, ocurrida solo 10 días antes.

El crimen se produjo sobre el camino rural que conecta Santa Rosa del Aguaray con Capitán Bado, anteriormente conocida como Ruta XI, que hace años es una de las principales rutas de tráfico, principalmente de marihuana. Este caso resurgió la teoría de que los terroristas operan también en el narcotráfico. Según los datos, la FTC sabía que el EPP se había desplazado hacia ese sector, pero no hizo mucho para prevenir un eventual atentado. Incluso, trascendió que el comandante del bloque, el coronel Raúl Erit Salinas Alonso, le habría informado recientemente al presidente Horacio Cartes que prácticamente mantenían acorralados a los criminales. Por otro lado, se manejan versiones entre los efectivos del Norte que un agente estaría en la mira por la desaparición de armas que posiblemente llegaron a manos del EPP.

Cartes se limitó ayer a condenar por Twitter el atentado.

“Dos duros golpes para nuestra familia”

Nelson Candia explicó ayer a periodistas de nuestro diario que el asesinato de su hermano menor, el suboficial principal Adalberto Candia, constituye otro duro golpe para la familia, ya que solo el sábado último, 24 horas antes del mortal ataque, el agente había participado del final del novenario por la muerte de su padre, que se hizo en la localidad de Hugua Rey, distrito de General Aquino, departamento de San Pedro.

Relató que su hermano Adalberto deja a su esposa con tres hijos menores.

“Los siete hermanos sufrimos mucho por la muerte de nuestro padre y ahora se muere Adalberto. Nuestra mamá quedó destrozada”, declaró Nelson Candia en la morgue de Santa Rosa del Aguaray.

Autoridades no dieron ni las condolencias

CORONEL OVIEDO (Carmen Colmán, redacción regional). Un hermano del suboficial asesinado Egidio Ramón Chávez (32), Ignacio Chávez, dijo anoche durante el velatorio en esta ciudad, estar indignado de la inoperancia de autoridades para acabar con el grupo armado EPP, que sería el responsable de ese homicidio y del de otro policía. Refirió que ni el ministro del Interior, Francisco de Vargas, ni el comandante policial Críspulo Sotelo se comunicaron con la familia, ni para dar condolencias.

Agregó que se enteraron de la muerte de Egidio a través de las redes sociales y que averiguaron por cuenta propia la información completa, que la tuvieron recién ayer de mañana. Egidio deja 3 hijos: de 3 meses de edad, de 1 y 6 años.