La Iglesia condenará la corrupción e impunidad

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El obispo diocesano, Mons. Claudio Giménez, preside hoy, a las 6:00, la misa central en honor a la Virgen de Caacupé. A lo largo del novenario la Iglesia condenó la corrupción y la narcopolítica y se espera una postura muy crítica contra estos males que empobrecen a miles de paraguayos.

La fiesta de la Virgen de Caacupé es cada año la caja de resonancia de los problemas que aquejan a nuestro país. Es al mismo tiempo la instancia donde recurre el pueblo para renovar su esperanza e implorar la protección maternal para enfrentar el futuro.

La madre común de todos los paraguayos, cada diciembre convoca a miles de sus hijos que se reúnen en su presencia para orar y agradecer los favores recibidos. La mayor parte de sus devotos ya llegaron anoche, luego de largas caminatas o a través de diferentes medios de transporte.

En Caacupé, este año, los celebrantes se hicieron eco de los males que aquejan a nuestra sociedad. Durante el novenario los obispos y sacerdotes condenaron la narcopolítica que manipula la voluntad popular; el robo y el despilfarro de los bienes del Estado a expensas de los pobres; también se refirieron una y otra vez a la violencia que sigue segando vidas; tampoco olvidaron los dolorosos casos de secuestro.

Hubo igualmente fuertes críticas al atropello al medioambiente y la delincuencia que sigue aterrando a la población.

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Hoy se espera que el obispo diocesano, Claudio Giménez, se manifieste sobre estos temas y dé la exhortación evangélica para superarlos.

Historia

La fiesta de la Inmaculada Concepción se estableció el 8 de diciembre de 1854, cuando el sumo pontífice Pío IX, después de recibir numerosas peticiones de los obispos y fieles de todo el mundo, se reunió en la Basílica de San Pedro, en Roma, y proclamó la fiesta de la Inmaculada Concepción.

Había más de 200 prelados, cardenales, arzobispos, obispos, embajadores y miles de fieles católicos, y en medio de la emoción general estableció solemnemente:

“Declaramos que la doctrina que dice que María fue concebida sin pecado original es doctrina revelada por Dios y que a todos obliga a creerla como dogma de fe”.

En Paraguay, la fiesta de la Virgen de Caacupé es la celebración litúrgica más importante. Es la que más fieles convoca porque sus devotos creen en su poderosa intercesión. Es por eso que durante todo el año recurre a ella para que Cristo escuche sus clamores.

En los días que precedieron, miles de personas dieron testimonio de que Jesús actuó a petición de María, como en la boda de Caná, cuando, según la biblia, convirtió agua en vino a pedido de su madre. Y así durante el año y ya en la fiesta sus devotos testimonian sanación de enfermedades físicas y espirituales, tampoco faltaron quienes llegaron ante su presencia para agradecer por un éxito logrado.

Los actos centrales comenzarán a las 5:45, con una procesión. A las 6:00 se iniciará la misa que presidirá el obispo Mons. Claudio Giménez. Concelebrarán varios obispos y el nuncio Eliseo Antonio Ariotti. Asistirá al acto Horacio Cartes.