Mujer paraguaya de hoy: luces y sombras

Dedicada a la crianza de los hijos y a las tareas de la casa, la mujer de antaño prácticamente vivía para servir, sin tener siquiera derecho al voto. Multifacética, la paraguaya actual asume un rol protagónico demostrando su capacidad para liderar en distintas áreas y en ámbitos antes ocupados solo por hombres. Aunque hubo avances significativos, la equidad aún es una utopía por la discriminación y altos índices de violencia.

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Así las cosas, la cocina era considera “territorio femenino” y era mal visto que un hombre colaborara en la rutina doméstica, creencia que incluso persiste hasta hoy día, lo cual da origen a un sinnúmero de “cargadas” al hombre que se disponga a realizar cualquier actividad erróneamente considerada de exclusiva responsabilidad de la mujer.

Amparada en la educación y en el emprendedurismo, la mujer paraguaya se abre paso entre los estereotipos del pasado para asumir roles protagónicos en áreas donde anteriormente no se acostumbraban a ver rostros femeninos. Sin embargo, lo hace sin dejar de lado su rol de madre y compañera, lo cual refleja a cabalidad la reconocida habilidad femenina de lidiar con varias cosas a la vez.

Mujeres trabajadoras que se han destacado con magistrales actuaciones en el ámbito del arte y el espectáculo, así como también en el campo científico y en el liderazgo de empresas en variadas áreas, han hecho brillar el nombre del Paraguay en el mundo.

Pero lastimosamente, no todo es positivo. Crímenes con singular saña, agresiones bestiales, altas tasas de abuso sexual infantil, reiteradas denuncias de acoso y de discriminación ponen su nota negativa a la evolución de la mujer paraguaya.

La ONU Mujer identifica cuatro áreas temáticas priorizadas de acuerdo con las necesidades identificadas en el país, y consideradas estratégicas para lograr el progreso y la igualdad de las mujeres y que son las siguientes:

–Liderazgo y participación política de las mujeres. En nuestro país, el voto femenino se aprobó recién en 1961.

–Empoderamiento económico de las mujeres. La brecha salarial entre hombres y mujeres persiste, aún cuando ejercen las mismas funciones.

–Eliminación de la violencia contra las mujeres. Los índices son alarmantes.

–Promoción de marcos normativos internacionales y de compromisos políticos intergubernamentales en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres. La Ley de Equidad “duerme” en el Congreso.

Con motivo de la semana de la mujer, consultamos con profesionales de distintas áreas para realizar una radiografía de la situación actual de las paraguayas.

Para entender los cambios, qué es lo que nos está pasando como sociedad, cómo se genera esta violencia de género y qué podemos hacer para cambiar esta realidad, entrevistamos al sociólogo José Nicolás Morínigo, abogado, máster en Ciencias Políticas y docente de la Universidad Católica y a la historiadora y docente de la Universidad Nacional de Asunción, Mary Monte de López.

Para conocer los números de la realidad, recurrimos a datos obrantes en las encuestas realizadas por el Instituto de Comunicación y Arte, capítulo Mujer Paraguaya (2018) y por la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos, Encuestas de Hogares (2016), así como datos estadísticos proporcionados por la Dirección de Estadísticas del Poder Judicial, Policía Nacional y el Centro de Documentación y Estudios.

Fortalecer educación en valores

Para el sociólogo José Nicolás Morínigo, la realidad actual de mujer paraguaya no es producto de lo que ocurre ahora, sino que es consecuencia del estilo de relación que se tenía en la época de la encomienda, cuando a la mujer le relegaban a un papel marginal. Con el paso del tiempo, la mujer ha logrado conquistar espacios en áreas en las que antes estuvo ausente, aunque todavía debe sobrellevar situaciones que, a criterio del profesional, surgen como resabios del tipo de relación vigente en tiempos pasados, tales como la paternidad irresponsable y hechos de violencia.

“Con el tiempo eso va a ir cambiando, sobre todo en lo que respecta a las condiciones de vida, aunque el comportamiento colectivo va a tener unas características especiales, y al cambiar, toda la capacidad de la mujer en cuanto a su formación académica, capacidad intelectual, posibilidad de acceso a la educación y al mostrar que esa capacidad educativa le da suficiente capacidad para tener una influencia mucho más determinante que antes no le estaba vedada, pero no se daba porque no había posibilidad de formación. Pero que hoy en día con esos cambios que se han dado, con la ampliación de la educación, la ampliación educativa, de la educación universitaria, eso dio mucha más capacidad e influencia demostrando que efectivamente tienen suficiente capacidad para ejercer labores en las que antes estaban fundamentalmente marginadas”, indicó.

Violencia en aumento

A la par del avance de la mujer paraguaya en distintos ámbitos, vemos en contrapartida un notable aumento de casos de violencia de género. Llama la atención los altos índices de abuso infantil y también casos de feminicidio.

“Acá hay situaciones de desconsideración y de salvajismo; eso de matarle a una persona, sacarle el hijo del vientre ¿por qué ocurre eso? Porque es una forma de demostrar que se tiene el control aparente, socializando actos típicos de barbarismos y esos actos que son expresiones de una demostración de inconsciencia y de una actitud absolutamente carente de formación humana. Por eso insisto en la cuestión educativa y en la cuestión educativa hace falta llevar al sentido práctico en todos los niveles y a lo largo de todo el país y de dejar de considerar solamente el problema del conocimiento. Es necesaria una educación con énfasis en valores porque ese es el problema más grave que estamos teniendo: la ausencia de valores”, acotó.

Concepción machista

“Este suele ser un comportamiento real, yo recuerdo que cuando mamá vivía y estábamos en la casa, se hacía salsa para ravioles y entramos con mi hermano a la cocina y mi mamá entraba y decía: “¿Qué hacen los hombres en la cocina? ¡Fuera!”. Me acuerdo que ella se levantaba temprano para planchar mi camisa, me decía: “Que no digan que no tenés una madre que te planche la ropa”. Entonces, había esa concepción y esa concepción en alguna medida todavía está vigente, por eso mucha gente toma como que la tarea de la mujer es una tarea de servicio (...)”.

Influencia negativa

“Yo creo que uno de los problemas nuestros graves acá es el papel que juegan los medios de comunicación y la televisión. Yo considero que la televisión tiene una influencia determinante (...), entonces se debe trabajar con un criterio muy cuidadoso el lenguaje visual. Pero acá es lamentable y como es lamentable, entonces traemos novelas de Turquía ahora (...), pero con un criterio totalmente peculiar con las mujeres, que para nosotros en un medio..., todo el mundo está pendiente de eso y tiene mucha influencia: golpizas, maltrato infantil, se ve de todo”.

PARIDAD

La ley de paridad democrática, resistida por varios sectores, sería tratada este jueves, en coincidencia con el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Prevé la igualdad de participación 50-50 de hombres y mujeres para cargos electivos.

FEMINICIDIO

En lo que va de este año, 9 mujeres fueron asesinadas. En 2017, hubo 53 casos de feminicidio en Paraguay y en el exterior el número de víctimas llegó a 6. (Centro de Documentación y Estudios y la Articulación Feminista del Mercosur.

PROTESTAS

En 1992, un grupo de mujeres tomó el Congreso en reclamo por la modificación del Código Civil que contenía mandatos discriminatorios para las casadas. Ingresaron a la sala de sesiones y aprobaron simbólicamente el proyecto de reforma parcial.

DICTADURA

Durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), las manifestaciones contra la opresión se desarrollaban durante las misas. Al término de estas, las patrullas motorizadas buscaban amedrentar a las mujeres.

1961

Este 2018 el voto femenino cumple 57 años de vigencia. Nuestro país fue el último en la región en otorgar ese derecho universal a las damas mediante la Ley 704, marcando un antes y después en la lucha por la igualdad de género no solo en el plano político y electoral, sino también en otros ámbitos.

Desde 1961 a esta parte, el protagonismo femenino ante las urnas creció a pasos agigantados hasta llegar –incluso– a considerarse que el voto de ellas puede decidir quién será el próximo presidente del Paraguay.

En las presidenciales de 2013, votaron más mujeres que hombres.

En la actualidad representan casi el 50% del electorado del país.

Según estadísticas del Tribunal Electoral son las que más ejercen su derecho al voto, aunque son las que menos postulan a cargos electivos.

Datos del Centro de Documentación y Estudios (CDE) refieren que en las elecciones de 2013 de los 17 departamentos, sólo una mujer fue electa gobernadora, y de 45 senadores, solo 9 son mujeres; de 80 bancas en la Cámara de Diputados, 12 ganaron ellas.

En los comicios de 2015: en 250 municipios, 26 fueron electas intendentas.

En 2003 votaron unas 703.531 mujeres y en 2013 la cifra subió a 1.190.054.

14.895

La inclusión femenina en distintos ámbitos de la sociedad tiene como pilar fundamental una mayor formación académica.

De acuerdo con las estadísticas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), ellas demuestran mayor interés por acceder a carreras de grado.

Como ejemplo se cita que 14.895 postulantes de carrera de grado, el 58% es femenino y el 42% masculino.

De 7.620 ingresantes, el 56% (4. 267) son muy mujeres, frente a un 44% (3.352) de hombres.

Ellas además llevan las de ganar en las estadísticas de estudiantes matriculados en posgrado y postítulo. De 5.238 alumnos, el 57% (2.985) son mujeres.

De unos 48.093 matriculados para doctorados en medicina, veterinaria, odontología, ingenierías y licenciaturas, el 54% (25.970) son mujeres.

Las cifras también son favorables a ellas cuando se analiza el número de estudiantes que concluyen sus estudios.

De 4.901 alumnos egresados de grado, el 61% (2.989) son mujeres, frente al 39% (1.911) de varones.

En lo que refiere a títulos de posgrado, los registros muestran números más positivos aún: de 3.238 estudiantes, el 64% (2.072) es mujer y el 36% es hombre (1.165).

2016

La participación de la mujer en el fortalecimiento de la economía del país data de décadas; sin embargo, persiste la brecha de oportunidades entre hombres y mujeres al analizar a la población económicamente activa (PEA) y a la población económicamente inactiva (PEI).

Los hombres en actividad suman unos 2.034.000, mientras que las mujeres son unas 1.380.000.

En cambio, las cifras son desfavorables a las damas cuando se refiere a la PEI.

La población femenina inactiva laboralmente supera ampliamente a la de los hombres: 1.346.433 mujeres frente a 697.705 hombres.

Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH, 2016), la diferencia entre hombres y mujeres en edad para trabajar es mínima.

También se percibe una discriminación según el estado civil entre la población económicamente activa, es decir, las solteras acceden más a puestos de trabajo, frente a las casadas, las divorciadas o separadas, viudas o uniones de hecho.

Sobre la población ocupada, los hombres logran quedarse con más puestos laborales: son unos 1.932.731 frente a las 1.277.274 mujeres en puestos de trabajo. Entre la población son subempleo visible, también persiste la desigualdad: son 123.708 mujeres, ante 92.792 hombres.

Fechas para recordar

8 de marzo: Día Internacional de la Mujer

24 de febrero: Día de la Mujer Paraguaya

rferre@abc.com.py

viviana@abc.com.py

Lea también: La belleza de la “Mujer paraguaya”

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