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El jueves 19 de abril pasado, ahorcaron mediáticamente a don Miguel Ángel Carballo, más conocido como el mecánico de oro, amigo personal y asesor categoría AE7 del senador aspirante a senador Víctor Alcides Bogado González. El candidato número 13 de la ANR.
Don Miguel se convirtió en el primer perdedor de estas elecciones 2018: En la página 6 de nuestro diario del jueves último le hicieron publicar un espacio reservado donde se subió al palo más alto que encontró y se crucificó. Lo obligaron a dejar asentado y asumido que EL es “el único dueño del dinero prestado”. El “dinero prestado” son 300.000 dólares que fueron entregados en efectivo.
Lo sospechoso es que quien prestó 1.800.000.000 de guaraníes en el 2014 figura como moroso de una deuda de G. 67.251.301 en el 2015. Su morosidad es más incomprensible al analizar que es propietario de un Shopping en Carmelitas, una propiedad en el Yacht y Golf Club, otros inmuebles, vehículos y cuentas bancarias.
Para la hora en que le hacían admitir a don Carballo que el dinero que él tiene “es y ha sido solo mío”, y que a él se lo utiliza para causar “daño” al Partido Colorado, el modesto trabajador de Emboscada ya estaba nuevamente con órdenes de pasar 15 días en la Comisaría Tercera; de allí pasará otra vez a Tacumbú, donde se presume lo espera una más larga estadía.
Hay una suerte de Rey Midas en Víctor Bogado: Hay gente muy modesta que se convierte en oro tras pasar por su vida. Ha pasado antes con la niñera y ahora con don Miguel Carballo; ambos terminaron procesados, imputados, acusados... Uno de ellos ya está preso.
Esta miserabilidad de colgarse del saco de gente humilde para zafar de la cárcel y saltar al Parlamento recuerda también la historia de los tres caseros contratados por el diputado José María Ibáñez. Luego se supo que los tres peones figuraban en el presupuesto de Diputados... y se confirmó algo mucho más deleznable: Los patrones cobraban los cheques que salían a nombre de los trabajadores.
Pero es Óscar González Daher la mayor bravuconada y la bofetada histórica e inolvidable que hoy propina el Partido Colorado al Paraguay. Es el vómito que obligan a tragar, es el triunfo de la impunidad por sobre la justicia, la reafirmación visible y poderosa del reinado de las mafias. Es la confirmación de que no basta la ciudadanía para denunciar y la prensa para revelar si no tenemos fiscales y jueces con coraje para castigar.
El primer y único expulsado del Senado en estos 29 años de vida democrática volverá a entrar hoy al mismo lugar de donde lo echaron hace cuatro meses. Los colorados no quisieron sacarlo de la lista y lo enarbolaron en una especie de bandera de “hacemos lo que queremos, ¡y qué!”.
Hoy nosotros también “hacemos lo que queremos, ¡y qué!”.
¡ARRIBA PARAGUAY, ES HORA DE BOTAR!