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En el Paraguay festejamos el día de la amistad, cada 30 de julio, fecha en que se creó la Cruzada. Es una ocasión para reunirnos con amigos, vecinos, familiares y compañeros de estudios o de trabajo. Con la tecnología de hoy, es muy fácil reencontrarnos con antiguos camaradas a través de las redes sociales. Si algo evolucionó de una forma extraordinaria, es precisamente la comunicación humana y los medios para establecer los contactos.
Somos seres sociales. No podemos vivir aislados y menos ahora que gracias a Internet, las distancias ya no existen. La gente se conoce y se relaciona, sin estar uno enfrente del otro, sin contacto físico, mediante la magia de la comunicación actual. Se hablan, escriben y se intercambian fotos y vídeos, aunque estén a miles de kilómetros, unos de otros. Todos son amigos en las redes, incluso uno puede interactuar con personalidades tan encumbradas como el Presidente de los Estados Unidos o el Papa Francisco.
Quizás la psicología o la sociología, ya estén estudiando estos comportamientos y como la comunicación crea nuevas pautas de conducta, imposible de imaginar en décadas pasadas. Por de pronto, y refiriéndonos a la amistad de nuevo, muchos mantenemos amigos, que siguen a nuestro lado, a pesar de los años y las vicisitudes de la vida. Ellos se merecen un sincero y cálido homenaje porque son como nuestras almas gemelas.
No somos santos ni perfectos y hemos fallado con ellos, infinidad de veces. Olvidamos sus cumpleaños o estuvimos ausentes en un acontecimiento importante. En algún momento dado lanzamos críticas injustas sobre su persona o nos enojamos por tonterías. Nos llamamos a silencio o pusimos mala cara sin motivo aparente. Desconfiamos de su lealtad sin ninguna razón y hasta pensamos dejar de ser amigo y romper la relación. Todas estas cosas suceden normalmente entre dos personas que se quieren luego, todo se arregla.
Hay que perdonarse y abrazarse. Agradecer a Dios, que nos haya dado un hermano espiritual y un compañero de ruta con quien compartir cosas buenas y malas; alegrías y tristezas, éxitos y fracasos. Que es un amigo, sino el otro pedazo del corazón con que sentimos y se nos hace la existencia más llevadera.
Blila.gayoso@hotmail.com