Aña Cua es para los argentinos

La central hidroeléctrica del Aña Cua (construcción y puesta en servicio) (Licitación Nº 321) o “...Ampliación de la central hidroeléctrica de Yacyretá en la margen izquierda del Brazo Aña Cua” (Licitación Nº 670 y otros tres) o, “proyecto de maquinización del brazo Aña Cua, como aún se le llamaba el 29 de diciembre de 2017, categóricamente, responde a la crisis energética argentina, que será pagada por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), o sea por los usuarios argentinos y paraguayos de la energía de la central hidroeléctrica binacional.

Cargando...

El mercado eléctrico paraguayo tiene otras urgencias, que no tienen relación alguna con la construcción del Aña Cua sino, en lo inmediato, con sus redes de distribución e inclusive, en el mediano plazo, con nuevas líneas de transmisión en 500 kV.

En Itaipú, Yacyretá y Acaray, según los registros oficiales correspondientes al 2017, nuestro país cuenta con 59.275.251 MWh y que la ANDE compró y generó en este ejercicio 15.649.818,69 MWh, incluyendo una pérdida del 27,7%, luego cualquier especie o estudio que presagie un apagón eléctrico en el Paraguay en los próximos siete años, debería catalogarse como tal: un simple presagio.

Lo más sorprendente de esta suerte de rompecabezas, es que el plan para auxiliar al sector energético argentino, en particular al eléctrico, con entusiastas apologistas paraguayos, libera al vapuleado Ministerio de Hacienda del vecino país de todo esfuerzo financiero. Ni sus proyectos nacionales podrán ejecutarlos en lo inmediato, apuntaba un técnico compatriota del sector Energía.

He aquí la necesidad de armar el rompecabezas. “...Acá hay una confusión..., se insistía en que se tenía que contar con la aprobación de esta nota para construir Aña Cua y no es así, en ningún momento se previó eso en la nota reversal presentada...” reiteraba ayer, entre otras cosas, el Ing. Ángel Recalde, director de la entidad binacional durante una entrevista con ABC Cardinal.

Obviamente se refería a la Nota Reversal Nº 2 que los ministros de Relaciones Exteriores Eladio Loizaga y Jorge Marcelo Faurie, firmaron en Asunción el 28 de setiembre del año pasado.

Examinemos las piezas con mayor lentitud. ¿No hay relación entre el proyecto “...de ampliación de la central hidroeléctrica Yacyretá en la margen izquierda del brazo Aña Cua y el instrumento Loizaga/Faurie? Físicamente no, porque hay muchas kilómetros de distancia entre la actual y la futura del Aña Cua, pero financieramente sí.

En el numeral III Costo del servicio de Electricidad (III.7) de la N.R. Nº 2/17 se lee: “El monto necesario para el pago de las inversiones en obras y equipamientos que tengan por objeto el aumento de la capacidad de generación”.

Es verdad que la entidad binacional baraja otras posibilidades para concretar ese propósito, como la instalación de otras unidades en la actual casa de máquinas del complejo; pero no tan inmediatas como su proyecto de “ampliación” sobre el brazo Aña Cua del río Paraná.

Si esta interpretación fuese incorrecta, los aún responsables del Comité Ejecutivo del ente, deberían explicar por qué razón en 2006 llamaron a este proyecto, en su Licitación Nº 321 “Central hidroeléctrica del brazo Aña Cua. Construcción y puesta en servicio” y, desde enero de este año, licitación pública “...para la ampliación de la central hidroeléctrica de Yacyretá en la margen izquierda del brazo Aña Cua”.

La otra pieza del puzle es la financiación de este emprendimiento, contenida en su totalidad en el instrumento diplomático: el diferimiento de los pagos, de la deuda que el documento impone a la entidad binacional con el Gobierno argentino, así como de la compensación por territorio inundado, desde el 2028 hasta el 2048 en el primer caso y desde el 2023 hasta el 2033 en el segundo, permitirá a Yacyretá cotar con los recursos financieros que demandará la construcción de la nueva central que, dicho sea de paso, modifica, a espaldas del Legislativo el Anexo B del Tratado.

rcasco@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando ...