Árboles frondosos y nula planificación

La Dirección General del Area Social de la Municipalidad de nuestra capital, junto con Wild fi (empresa especializada en medios y comunicación online) lanzó un proyecto denominado Frutos de Asunción, cuyo fin es censar los árboles frutales y así calcular las toneladas de frutas por mes; en resumen, propone que la ciudadanía envíe por celular la ubicación de árboles frutales. Dicen que ya se registraron varios, especialmente de mango.

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Sí, porque como cada año empieza la cantinela sobre el desperdicio de los mangos que “solucionarían el hambre de nuestro país”, mientras en Europa es un lujo comerse uno, se hacen recetas de cocina, de salud, de cosmética; todo esto dentro de lo exótico o alternativo. Ahora bien, para hacer este proyecto municipal realidad, hay que pensar a corto, mediano y largo plazo, trabajar día a día, crear políticas permanentes a lo largo de los diferentes gobiernos respecto a la planificación de plazas, veredas y también patios de las casas.

Como vecinos e instituciones, estamos completamente atrasados en materia ecológica y proyectos viables. Tantos extranjeros valoran la desbordante vegetación que tenemos en la ciudad, pero desconocen los terribles problemas de basura que generan, la ineptitud municipal, la discordia entre vecinos.

Empezar a trabajar en serio el tema de los árboles, frutales y no frutales, va mucho más allá que ofrecer una plataforma para que se informe dónde están. Subrayando que cualquier funcionario municipal tiene la obligación (de oficio) de reportar –ellos también son vecinos– canalizando el reclamo en su institución.

Recuerdo haber visto hace muchos años un proyecto de qué árboles sembrar en Asunción (lamentablemente, se me perdió). Me llamó la atención que era muy claro y viable; pertenecía a un ingeniero forestal. Por lo que hoy seguimos sufriendo (la falta total de control y organización de los árboles, la poda en época, la recolección de ramas, qué hacemos con los mal ubicados, con los añosos, y tantos otros puntos). esa propuesta fue a parar directo al tacho de basura; tal vez ni siquiera se leyó. Pero significa que hay entendidos que piensan en el asunto, aunque nunca tenemos respuestas concretas, esto es, no sentimos en la vida diaria que se solucionan los problemas, aunque sí nos cobran impuestos como si eso sucediera.

De manera bohemia, se dice que Asunción debería estar poblada de jazmines y cítricos, pero seguramente hay varias especies que podrían convivir armoniosamente, sin acabar cercenadas brutalmente o malnutridas.

Por otro gran lado, hay personas muy conflictivas, incapaces de dialogar respecto a los árboles que están en sus veredas o terrenos. Denunciarlos a la Municipalidad es jugar a la ruleta; te pueden dar bolilla o no. Personalmente, tuve dos experiencias: en una procedieron y se llegó a un acuerdo con el vecino, y en la otra, después de tirarme de un número interno a varios otros, una mujer atinó a decirme: “eso en época de poda tenés que reclamar, no ahora”.

Mayormente, todo lo que sale del gobierno municipal se queda en una linda propuesta, pero no nos responden qué hacer con los árboles; incluso las mismas plazas que ellos dicen haber hermoseado están semi o totalmente abandonadas. A ver qué sigue a este proyecto de recolección de frutas.

lperalta@abc.com.py

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