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El tema de los abusos sexuales a menores es uno de los problemas más graves que tenemos a nivel social en gran parte de la sociedad latinoamericana, pero creer que el aborto puede solucionar el drama de las niñas madres es y será un error. Aunque el debate sea crudo, hay que salvar las dos vidas y esto significa validar ambas con el mismo rigor. Y si alguien tiene que pagar es el agresor.
Es preocupante cómo nos estamos dividiendo socialmente, pero peor aún, cómo los grupos abortistas trabajan sembrando la burla y el desprecio hacia el embarazo, la maternidad, los bebés. ¿Por qué el Estado asumiría una ley integral contra toda violencia hacia las mujeres, cuando hay grupos feministas violentos que siembran el crimen? Y por lo que se ve con mucho entusiasmo. Entre los comentarios en redes que pueden leerse a favor del aborto de la beba, hubo muchas comentaristas más preocupadas porque no se realizó el aborto que por la salud de la niña.
Los jóvenes, principalmente las chicas, tienen que cuidarse de oscuras ideologías, porque se están transmitiendo sentimientos nefastos: asesinar, matar, tirar a la basura al feto e incluso al bebé (chistes, memes de mal gusto, también son utilizados). El aborto libre y legal se vende hablando de “un coágulo de sangre”, de la violación a niñas, de que abortar depende sola y exclusivamente de la decisión/ganas de la mujer.
No solo buscan enseñarlo en las escuelas, incluso a nivel académico se discute si compete enseñar bajo el concepto de salud (defensa de la vida) el aborto a los futuros médicos. Miraba un debate en Argentina, en el cual personalidades médicas cuestionaban a un decano la creación de una materia optativa que enseña a realizar abortos. El decano, con amplia mayoría en contra, se refugió en las palabras de una abogada feminista, quien, por supuesto, argumentaba a capa y espada a favor del aborto legal.
Estamos en tiempos tenebrosos respecto al valor de la vida sobre todo de los inocentes e indefensos, y tenemos que estar del lado de ellos, asumirlo como padres, adultos, personas de bien. “El aborto empobrece a la gente desde el punto de vista espiritual; es la peor pobreza y la más difícil de superar” (Madre Teresa de Calcuta).
lperalta@abc.com.py