Comenzó el 2018

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Políticamente, con el inicio del año nuevo comenzó también el 2018. En los primeros días del 2016 se sucedieron algunos hechos que evidenciarían la intención de importantes referentes políticos de impulsar la reelección presidencial.

El lunes renunció el expresidente Nicanor Duarte Frutos al cargo de embajador en Argentina, y el miércoles Horacio Cartes sorpresivamente realizó dos cambios en su gabinete, sumando de esta manera cuatro modificaciones desde que inició su mandato el 15 de agosto de 2013.

Específicamente el caso de Nicanor no extraña porque, como político de raza y exjefe de Estado, sabe que este es un año clave para tocar la Constitución. Si en el 2016 no se hace la enmienda o reforma de la Carta Magna para permitir la reelección en forma alternada o consecutiva, ya no se hará en los años 2017 y 2018.

La intención de Nicanor de volver a ser presidente de la República –aunque aún no lo admitió públicamente– coincidiría plenamente con el deseo del actual Jefe de Estado. A eso se suma el indisimulado interés del actual senador del Frente Guasu Fernando Lugo. Es decir, hay tres importantes referentes políticos que tienen algo en común: dos de ellos volver al Palacio de López y en el caso de Cartes quedarse cinco años más.

Si se logra la reelección, tendremos unas internas coloradas terribles: Cartes vs. Nicanor y alguien más seguramente. Habría que saber quiénes serán sus respectivas duplas. A Horacio le acompañará seguramente un “joven republicano”, que está en plena etapa de formación.

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Duarte Frutos formaría una chapa con el titular del Congreso, senador Mario Abdo Benítez, pensando rápidamente. Sacamos esta conclusión porque el primer anillo de Nicanor le apoyó fuertemente a Marito en las internas coloradas, que finalmente perdió contra el candidato oficialista, el diputado Pedro Alliana.

Este panorama no le beneficia para nada al Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) porque hasta el momento no tiene figuras de nivel para aspirar a la presidencia de la República. La salida que le queda es formar una alianza. ¿Volverán a sellar un pacto con los luguistas? Veremos. Si no hay otra opción, suponemos que sí.

Ahora la cuestión es: ¿Si no hay reelección? La ANR tendrá que “oxigenar” sus bases para desplazar a los viejos caudillos. Pero esa tarea no se logra en dos años en un partido como el Colorado. De todos modos, Cartes ya inició esa renovación con sus “jóvenes republicanos”, pero sería interesante saber si tienen los votos que necesitan. Currículum sobra.

En cambio, para el PLRA sería el mejor panorama porque nivelaría a sus candidatos con los demás. La situación será más complicada para los partidos y movimientos como el Frente Guasu, PDP, Encuentro Nacional, Unace, entre otros.

pguerrero@abc.com.py