Construyendo un nuevo electorado

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Armar un nuevo electorado, esa es la obsesión del presidente Horacio Cartes. La idea no es nueva. Se maneja desde siempre en el entorno más cercano con el que inició su vida política. Ese electorado incipiente sumado a los votos colorados le permitió llegar a la presidencia de la República. El desafío es profundizar el modelo para 2018.

El camino no es sencillo. Cartes sin la estructura colorada no llegaba en 2013. En 2008 Fernando Lugo no habría sido electo sin el firme respaldo de la estructura liberal. Los partidos políticos siguen ocupando un espacio importante en el proceso electoral pero con casi 30 años de democracia los votos para ganar elecciones están afuera.

Apoyado en ese nuevo paradigma, Cartes avanza en su confrontación con la clase política tradicional. Polariza mientras busca apoyos por fuera de los medios tradicionales intentando conectarse con la gente a través de las redes sociales. La apelación al electorado en dos grandes temas, la reelección presidencial y el veto al Presupuesto General de la Nación de 2017, apuntan a consolidar esa idea.

Sin votos en el Congreso para aprobar una enmienda constitucional y con las negociaciones estancadas el Partido Colorado a mitad de semana recurrió al electorado. Inició una campaña para juntar firmas que respalden una revisión constitucional mediante iniciativa popular. Con 30.000 firmas el Congreso está obligado a discutir el pedido de los electores.

Un segundo mandato presidencial es resistido por buena parte de la oposición y por la disidencia colorada. El liberal Efraín Alegre y el disidente Mario Abdo empujan con ganas el freno a una enmienda sabiendo que sus posibilidades se verán limitadas con Lugo y Cartes como adversarios. Hasta ahora lograron frenar la embestida colorada, habrá que ver como deciden ante un pedido de los electores en el Congreso reclamando un segundo mandato y en pleno año de elecciones.

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El fuerte enfrentamiento con la oposición en el Congreso en torno al Presupuesto General de la Nación para el próximo año también forma parte de este nuevo armado electoral. El presupuesto acordado por la oposición en la Cámara de Senadores además de complicar al Gobierno entregaba una enorme victoria a los senadores opositores que habían aprobado gruesos aumentos salariales a docentes y médicos, dos sectores claves con alcance nacional y sobre todo con alta capacidad de movilización.

Cartes redobló la apuesta. Objetó el presupuesto para recuperar poder. Algo nunca visto en todo el periodo democrático. La audacia presidencial sorprendió a la oposición que primero trató de cargar culpas al Ejecutivo, después pidió una mesa de negociación. Sin acuerdo posible la oposición no pudo levantar el veto y el Gobierno recuperó poder. Ahora docentes, médicos y gremialistas buscan al Ejecutivo para acordar.

Para el equipo más cercano de Cartes los sorpresivos resultados de las elecciones en el Reino Unido que decidieron la salida de la Unión Europea y de Estados Unidos que ungieron a Donald Trump como presidente de los Estados Unidos son la prueba perfecta de que los partidos políticos son máquinas casi obsoletas en un mundo de redes sociales e inmediatez. Sostienen que ambas elecciones tienen un denominador común, se ganaron por fuera de la maquinaria de los partidos políticos.

El desafío de Cartes es encontrar el equilibrio entre ese nuevo electorado esencial para ganar elecciones y la estructura partidaria que todavía tiene un peso importante para convertir en votos la simpatía electrónica. Todavía se recuerda la estrepitosa derrota de Antanas Mockus en las elecciones presidenciales de Colombia en 2010. Mockus, candidato del Partido Verde, arrasaba en las redes sociales, pero en día de la votación fue Juan Manuel Santos el que obtuvo casi el 70% de los votos.

ogomez@abc.com.py