Del amor comprometido

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El jugador de fútbol Lionel o Leonel Messi, considerado uno de los mejores de todos los tiempos, se casó con su novia y madre de sus hijos Antonela Roccuzzo. La noticia pasó como vuelo de pájaro en nuestro ambiente, no obstante, en Argentina, como era de esperar, se le dio total cobertura e incluso algunos medios pasaron a titularla de boda del año a boda del siglo. Como ocurre en los acontecimientos de famosos, hubo comidilla abundante para el mundo de la farándula. Sin embargo, la esencia de este acto fue la decisión de contraer matrimonio cuando en tiempos que se propaga el amor libre, al paso o sin ataduras legales. La joven pareja, ya con 2 hijos, concretó su amor sin miedos. Entre algunos deseos dejados al leer la noticia, un hombre le auguraba al crack un corto matrimonio, aunque la mayoría compartió la esperanza de que sigan siendo felices.

Si entramos en el campo de juego de los sentimientos, algo que llamó la atención fue el apasionado beso que Leo le dio a Antonela, parece haber puesto más pasión que en uno de sus goles magistrales. Sin entender de fútbol, me callo ante los análisis futbolísticos sobre la estrella, pero en lo que refiere a lo que transmitió y como comunicadora, verlo de esa manera en la cancha sentimental echa abajo el mito de que es, como lo han llamado: inexpresivo, extraño, introvertido, frío, tímido y hasta autista, entre otros calificativos que le endilgaron.

Tal felicidad y pasión de parte de un hombre me hizo acordar a aquella frase que decía el actor Russell interpretando a John Nash: “Solo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica”.

El amor entre los futbolistas y las botineras es uno de los platos preferidos para la prensa rosa y los escándalos en la amarilla. Esta vez no fue así, ya que la historia de amor tiene ribetes de barrio, sencilla y ordenada.

No sabemos qué puede suceder a futuro, es cierto, pero podemos ver en esta relación la estabilidad de un sentimiento. Messi y Roccuzzo oficializaron su noviazgo hace 10 años. Actualmente él tiene 30 y ella 29, ambos son rosarinos (Santa Fe, Argentina), lugar que eligieron para casarse, cerca de los suyos y donde comenzó su historia.

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En el amor de pareja lo más común es que hoy se halle la razón de la felicidad en el dinero. Sabemos de sobra que la pareja goza de una vida llena de lujos y parecen tenerlo todo: millones de dólares, amor de pareja, amor por sus hijos, complementado con recuerdos de la infancia. Creería que la combinación de sus personalidades, valores familiares y manera de ver la vida, funcionó. Por más parejas entonces, posiblemente sin la fama ni semejante caudal de posesiones materiales, pero sí la convicción del amor que sienten uno por el otro, que al fin y al cabo es el núcleo del matrimonio.

Tres frases del cotizado jugador hablando de sus conquistas en el orden que refleja su vida: “Dejé todo, mi familia, mis amigos, todo lo que hice fue para lograr mis sueños como futbolista”. “El fútbol me encanta cuando lo hago, pero al terminar me dedico a mi familia”. “Mis hijos me hicieron entender que la vida no es solo fútbol”.

lperalta@abc.com.py