Meses atrás, cuando Mario Ferreiro ganó las elecciones municipales, Karina Rodríguez era diputada por el movimiento Avanza País. El nuevo intendente le ofreció el cargo de directora del Área Social de la Municipalidad de Asunción y por ello renunció a la Cámara de Diputados. A los pocos días saltó el escándalo: la presencia del español Lino Xavier Valencia Montes, nombrado por Ramírez Zambonini como asesor del Tribunal Superior de Justicia Electoral. La entonces diputada Rodríguez pidió que Valencia fuera comisionado a la Cámara Baja, donde cobró puntualmente sus haberes entre el 1 de septiembre de 2012 hasta diciembre de 2015. Lo llamativo del tema es que parte de ese tiempo, y de acuerdo a datos ofrecidos por el Departamento de Migraciones, Valencia se encontraba ausente del país y, a pesar de ello, la diputada Rodríguez le firmaba su planilla de asistencia. A raíz de estas irregularidades Karina Rodríguez se vio obligada a renunciar al cargo que le había ofrecido Ferreiro.
En España, Lino Xavier Valencia formaba parte del Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS) y de acuerdo a los “papeles de Panamá” entre 2004 y 2011 recibió siete millones de dólares (unos treinta y siete mil millones de guaraníes) a nombre de esa fundación que fue la cuna donde se gestó el actual partido Podemos, con representación en el Congreso y uno de los principales obstáculos para poder formar gobierno en España. De acuerdo a explicaciones dadas entonces por el gobierno de Chávez, era para “instalar cambios afines al Gobierno bolivariano”. Una fotocopia del cheque, filtrado entre los “papeles de Panamá”, fue publicada por el diario ABC de Madrid.
El tema ya se instaló en el debate político español y en una de las últimas sesiones del Parlamento el líder del partido Ciudadanos, Albert Rivera, se enfrentó a Pablo Iglesias, líder de Podemos, diciéndole: “A ver si es verdad que esa defensa de los derechos humanos la hace usted en todo el mundo”, también donde “tiene a gente que le financia su partido. Le invito que se sume a una propuesta pidiendo derechos humanos para Venezuela”, aludiendo a las informaciones que se vienen manejando estos días sobre la presunta financiación a Podemos procedente de otros Estados, especialmente Venezuela.
En este rompecabezas no encuentro un lugar lógico a la presencia del español Valencia en nuestro país, su nombramiento como asesor del Tribunal Superior de Justicia Electoral ensombrecido por negros nubarrones de corrupción, el traspaso de Valencia al Congreso, su retorno a España y el encubrimiento continuado de una diputada muy cercana al chavismo e incluso al propio Chávez según lo que vemos en la fotografía que menciono más arriba. No tendría que extrañarnos que pronto comience a figurar el nombre de nuestro país como parte o como vínculo de este trajín de dinero para financiar, ilegalmente, movimientos políticos a cambio de necesarias adhesiones. Claro que, para entonces, seremos de nuevo furgón de cola ya que el partido financiado, en este caso el español Podemos, ha comenzado a perder fuelle rápidamente después de las lamentables intervenciones de Pablo Iglesias en el Congreso por sus maneras agresivas, su lenguaje violento y muchas veces soez que ha desilusionado a una buena parte de sus electores. Las encuestas lo dicen. Sería bueno que alguien pudiera darnos algunas explicaciones.
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