El principal activo del Paraguay en manos del parasitismo estatal

El Paraguay es el único país en el mundo entero que posee una cantidad de energía eléctrica tan vasta y tan superior a su consumo que, en los últimos 30 años, desde la construcción de Itaipú y Yacyretá, no ha requerido invertir en nuevos emprendimientos de generación eléctrica y aún tiene la capacidad para seguir suministrando energía renovable, limpia y barata por 20 o 30 años más.

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En el mundo civilizado la energía es la madre de todos los otros recursos y la principal herramienta de desarrollo económico de las naciones; para los países industrializados la energía eléctrica es considerada como un recurso estratégico de desarrollo y sus sistemas eléctricos son considerados como infraestructura crítica de seguridad nacional.

En casi todos los países desarrollados del mundo la industria eléctrica (la generación, transmisión, distribución y comercialización de electricidad) ¡está en manos de empresas privadas! Tal cual, la mayoría de todas las industrias como: desarrollo de tecnología, telecomunicaciones, aeronáutica, automotriz, extracción de minerales, medicina, alimentos, vestimenta, etc., etc., etc.

El principio económico y filosófico es el mismo, solo las empresas privadas en un ambiente de libre mercado tienen los incentivos económicos para producir un producto o servicio de buena calidad al menor costo y la mayor eficiencia posible.

En Paraguay la energía eléctrica, su principal activo y herramienta de desarrollo, se encuentra en manos del parasitismo estatal y sus sindicatos; el monopolio estatal ANDE ha derrochado y malgastado las riquezas producidas por los recursos energéticos por más de 30 años.

Hoy día ¡las pérdidas de energía de la ANDE rondan los US$ 260 millones por año y en incremento!; en los últimos 10 años la ANDE ha perdido cerca de US$ 2.000 millones.

Resulta difícil imaginarse tan inmensa pérdida económica, pero imaginen si los cables fueran caños y la electricidad fuese agua, ¡el país estaría inundado debido a las pérdidas de energía!

Quizás para el ciudadano común las pérdidas técnicas de la ANDE sean un concepto no muy sencillo de comprender, pero, sin duda alguna, todos los ciudadanos han sido testigos de la pésima calidad del servicio eléctrico en la última década.

La ANDE, debido a su naturaleza de monopolio estatal, está condenada a la burocracia, la desidia y la inutilidad que en conjunto forman el principal fertilizante de la ineficiencia, el planillerismo, el amiguismo y la corrupción.

La ANDE está manejada por tres grandes mafias: la mafia de la clase política, que a través de presiones políticas utiliza la institución para ubicar a sus amigos, parientes y amantes; la mafia sindical, que a través de amenazas y presiones logra obtener innumerables beneficios indebidos y hasta pagar solo por el 50% de su consumo de energía eléctrica, a lo que estos impresentables llaman “derechos adquiridos”; y la mafia de los proveedores y seudoempresarios, que en complicidad con el sindicalismo y la clase política ha logrado amasar fortunas vendiendo equipos y servicios muy por encima de los precios de mercado. La historia de la ANDE está plagada de irregularidades y casos de corrupción de todo tipo.

La falta de mantenimiento de las redes debido a la desidia estatal, sumada a la ausencia de inversiones en infraestructura, no por falta de recursos económicos ¡sino por el derroche de los mismos!, han resultado en el estancamiento de gran parte de la economía paraguaya.

Así durante años ciudades como Salto del Guairá y Pedro Juan Caballero han sufrido y siguen sufriendo la falta de un sistema seguro y confiable para los grandes emprendimientos inmobiliarios e industriales de la zona.

Cada ciudad y cada barrio a lo largo y ancho del país han experimentado pérdidas económicas debido a la pésima calidad del servicio eléctrico.

El Paraguay requiere de reformas para desmonopolizar e impulsar el sector eléctrico y la industria con inversiones privadas, dejando de lado el endeudamiento estatal y promoviendo la eficiencia y seguridad del sistema eléctrico a través de un ente regulador del sector.

El monopolio estatal ANDE debe desaparecer, puesto que es un ancla para el desarrollo de la industria eléctrica del Paraguay.

La vasta cantidad de recursos naturales de un país no le aseguran su prosperidad y bienestar.

Así el Congo sigue siendo uno de los lugares mas pobres de la Tierra aún con sus inmensos yacimientos de diamantes; la Venezuela chavista, que tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo, es hoy día un país rico lleno de pobres; y, finalmente, nosotros los paraguayos que sufrimos de continuos y prolongados cortes de electricidad teniendo dos de las hidroeléctricas más grandes del mundo.

Quizás la clase política pretenda seguir negando la realidad, puesto que eso le conviene para seguir mamando y derrochando los recursos energéticos del país a través de la estatal ANDE y de sus mafias, pero no podrá escapar a la realidad por mucho más tiempo, puesto que la ciudadanía está cansada de que el Estado siga derrochando el principal activo de este país mientras cada verano el número de cortes de electricidad y los tiempos de los mismos aumentan, y así también los perjuicios económicos que estos acarrean.

Y, para colmo de los ciudadanos, las autoridades de la ANDE plantean un aumento de la tarifa para sostener la ineficiencia, la corrupción, la desidia, el planillerismo y los beneficios indebidos de sus sindicatos.

(*) Recibió el título de ingeniero eléctrico en Temple University, USA, y el título de Máster en ingeniería en sistemas de potencia en Florida International University, USA. Actualmente se encuentra trabajando como consultor del área de Planificación Energética.

ncristaldo@abc.com.py

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