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Nació en Carapeguá y sus padres fueron Crispín Santacruz y Paqui de Santacruz. La menor de sus hermanos llamados Arnaldo y Mirian Santacruz, con quienes se reúne todos los jueves, siguiendo una tradición familiar. Juntos preparan una cena casera y disfrutan de algunas copas de vino.
Valora profundamente la institución de la familia y asegura que sus padres les inculcaron el amor al trabajo honesto y responsable. Casada desde hace 27 años con Will Agüero, tienen tres hijos: Giselle, Nahuel y Sara Paz. Señala que su esposo, es quien la anima permanentemente para conquistar sus metas y no darse por vencida ante las adversidades.
Griselda recuerda que a los 14 años ya se inscribió en una Academia de Alta Costura en Asunción. Mientras tanto seguía sus estudios normales en un colegio de Carapeguá. Viajaba cada semana a la capital del país para asistir a sus clases de moda, mientras ella diseñaba su uniforme, específicamente la falda, que ella cortaba con los parámetros de la Alta Costura, que iba aprendiendo. Fascinadas sus compañeras y maestras, le rogaban para que les confeccionara faldas similares a la suya, que tenía un corte exclusivo y perfecto a su medida.
Los primeros años de su matrimonio con Will fueron de muchos sueños para construir una familia, conseguir las metas y tener hijos. Muy jóvenes, comenzaron a trabajar abriendo una librería que al poco tiempo convirtieron en autoservice y carnicería. Simultáneamente fabricaban helados y vendían a los clientes, ampliando el negocio de esta manera. Más adelante se dedicaría al deslumbrante mundo de la moda.
Pasaban los años y el matrimonio Agüero-Santacruz fue bendecido con la llegada de los hijos. A esta extraordinaria mamá se le iluminan los ojos cuando habla de Giselle, la mayor que la acompaña en todos los desfiles en los canales de televisión. Nahuel domina el inglés y los acompaña en todos sus viajes al extranjero para proveer a la firma de telas e insumos. Mientras que la más pequeña Sara Paz, crece entre vestidos, zapatos y telas. No sería raro que en el futuro también opte por seguir el camino de la madre y de toda la familia.
Una vez, cuando la hija mayor cumplió 14 años, estaban de viaje por Europa. Griselda terminó su carrera de contadora y trabajaba en una multinacional. Se había alejado de la moda y dedicado a otras actividades muy bien remuneradas. Cuando recorrió París y vio las cosas maravillosas en las vidrieras, entre Champes Elysees y Plaza Vendome, algo hizo clic en su corazón. Tanto glamour, belleza y elegancia tenía que traer al Paraguay. Volvió y abrió la primera sucursal de GS Boutique y a partir de entonces no para nunca más. Hoy, su sello es famoso y es signo de originalidad y buen gusto. Además de su talento innato para diseñar, atiende personalmente a las clientas que lucen sus creaciones muy naturales y seguras de sí mismas. Quizás allí radique el secreto de su éxito. Es decir en considerar que cada mujer es especial y única, como una de sus creaciones. Estas se adaptan a la personalidad y estilo de vida de la novia, la quinceañera o la madrina, que lucirá el vestido GS, en una ocasión especial que se volverá inolvidable.
blila.gayoso@hotmail.com