Fuego y sangre el 31M

Con pocos días de diferencia se dieron a conocer dos libros acerca de los acontecimientos del 31 de marzo del año pasado. Fue una noche en que la ambición desmedida, la codicia, la vanidad, hicieron de la capital del país el escenario de una tragedia sin sentido. La intención de los golpistas –25 senadores, algunos de ellos disfrazados de opositores– no fue posible solo porque la ciudadanía salió a la calle a gritar su indignación.

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“Enmienda de fuego y sangre”, escrito por cinco periodistas: Aldo Benítez, Juan Cálcena Ramírez, Juan Carlos Lezcano, Carlos Morales y Sandra Ramírez, incluye las opiniones de algunos que pretendieron violar la Constitución Nacional casi a escondidas, a puertas cerradas, lejos del recinto natural de las deliberaciones parlamentarias. Conscientes de que estaban cometiendo un grave delito –acabar con la democracia, nada menos– se encerraron para acordar la reelección de Horacio Cartes, prohibida por el artículo 229 que incluye al vicepresidente de la República, quienes “no podrán ser reelectos en ningún caso”.

Los golpistas buscaron un atajo para esquivar este mandato del Art. 229, y se deslizaron por la perpetración de otro delito: a través de la enmienda, igualmente prohibida por la Constitución en su Art. 290. La “Enmienda de fuego y sangre” hace alusión al intento de los 25 senadores cuya consecuencia ha sido la quema parcial del edificio del Congreso por parte de una ciudadanía justamente enojada, y la sangre por el asesinato de un joven liberal, Rodrigo Quintana, en un atropello policial a la sede del Partido Liberal. El título del libro, y su contenido, son un resumen inteligente y laborioso del “Marzo Paraguayo de Cartes”.

El otro libro, presentado el martes, es del talentoso periodista Chiqui Ávalos “31 M la noche trágica de la democracia”, que regresa a la investigación luego de “La otra cara de HC”, de masiva respuesta de los lectores, la mayoría de los cuales se enteró de la cara oculta de Horacio Cartes.

En el capítulo “El huevo de la serpiente”, Chiqui sitúa “el maléfico tema de la reelección que tanto daño ha hecho al país” a fines de 2015 con motivo de la derrota del candidato oficialista para la Intendencia de Asunción y el triunfo de Mario Ferreiro. “Ya esa vez, el 2018 estaba en juego, de manera que no se podía inventar otro candidato” que no fuera Cartes.

El experimento salió mal para el cartismo pero de maravillas para el país. Aquí, sin embargo, hay una pregunta que suelo hacerme como muchos otros ciudadanos. ¿Perdió Cartes las internas partidarias? ¿Ganó Mario Abdo Benítez? Desde diciembre pasado tenemos la respuesta: ¿quién es el jefe de campaña? ¿quién recorre el país haciendo proselitismo? ¿quién hace promesas del futuro gobierno? ¿quién se encarama del micrófono y aparece en primera línea de los medios de prensa?

Al hablarnos de su plan de trabajo, Chiqui nos cuenta del acopio de “documentos, testimonios que se fueron desarrollando a lo largo de los años, varias cosas muy puntuales a las que llegamos por deducción, o confirmación, a pesar de la nula colaboración de la fiscalía más interesada en ocultar los hechos que sacarlos a luz como hasta hoy puede verse, con la intención de proteger a los responsables de los sucesos, y más que nada ser cómplices de la Policía Nacional, organismo muy afín a aquella, lo que empantanó cualquier adelanto en las investigaciones, y por el contrario, fueron frenadas por ellas”.

También hay, al parecer una mayoría de personas, que también obstaculiza nuestra vida democrática. Y no se trata sólo de los golpista del 31M sino de quienes permitirán con sus votos, según las encuestas, que sigan disfrutando de sus privilegios parlamentarios.

Esos senadores y diputados que sortean su culpa y evitan su responsabilidad haciéndose los desentendidos, como si nada hubiera ocurrido, como si nuestra democracia no haya estado a punto de ser también asesinada como la Policía lo había hecho con Rodrigo Quintana precisamente por salir en defensa de la democracia.

Si el 31M fuese una tragedia clásica estaría, de cinco actos, en el tercero. Los autores de los libros citados volverán, seguramente, para contarnos el final de esta historia.

alcibiades@abc.com.py

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