El pueblo paraguayo exige lo que le corresponde en el emprendimiento hidroeléctrico binacional, ajustándose al fin y objeto instituido en el Tratado de Itaipú.
La nación paraguaya pide liberarse de tanta humillación y desprecio aprobados por la mayoría de sus pocos pundonorosos gobernantes. Esta larga mancilla debe concluir en el año 2023.
Es responsabilidad del Gobierno entrante hacer los arreglos necesarios para:
1) Que la ANDE pueda vender gradualmente, asumiendo su derecho de adquisición, el excedente de la energía paraguaya al mercado brasileño.
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En el mercado brasileño, según la Cámara Comercializadora de Energía Eléctrica de Brasil, que establece la tarifa en base a los valores del PLD (Precio de Liquidación de las Diferencias), en agosto de 2018 el megavatio hora de energía valía 505 R$, unos US$ 121,30 al cambio actual.
Esta gestión, conforme a derecho, permitirá a Paraguay restaurar su dignidad nacional y su soberanía energética.
2) El cumplimiento de las Declaraciones del 25 de julio de 2009, que en su punto 6 contempla la posibilidad de Paraguay de “comercializar energía de Itaipú en terceros mercados a partir de 2023”. Se infiere que si Brasil iguala la mejor oferta, mantendría su prioridad.
3) Demostrar, una vez más, la ilegalidad de la deuda de Itaipú indagada en mayo de 1997 por la Comisión Bicameral de Investigación del Congreso Nacional (CBI), en mayo de 1997 y declarada como ilegítima por la Contraloría General de la República (CGR) en diciembre de 2010.
Estas violaciones fueron plenamente corroboradas en el Informe del Vale Columbia Center (VCC) de Jeffrey Sachs que señalaba “…nos parece que Paraguay debería ser liberado de cualquier cargo de la deuda después 2013”.
4) Determinar el nuevo Costo Anual del Servicio de Electricidad. Honrado el compromiso de la deuda, cabe establecer una nueva tarifa que permita atender los compromisos de Itaipú. Todo ello, respetando el Anexo C del Tratado de Itaipú que prohíbe el lucro en beneficio de los Gobiernos de turno, a costa del consumidor.
5) Acordar con el socio condómino que el 50% de los fondos de Itaipú sean depositados en bancos paraguayos y que el 50% de la energía adicional a la garantizada sea aprovechada por la ANDE.
6) Urgir la libre navegación del río Paraná construyendo, de acuerdo con el Tratado de Itaipú, la postergada esclusa de navegación.
Como se puede notar, el Consejo de Administración y los Directores Ejecutivos tienen por delante muchas tareas pendientes.
Las acciones sociales de Itaipú deben ceñirse, según el Tratado, a la mitigación de los perjuicios ocasionados por la represa. Ello, limita a la binacional hidroeléctrica ajustarse a los gastos de explotación que son parte del Costo del Servicio de Electricidad. Cabe mencionar, que los fondos sociales no están contemplados en el Costo del Servicio de Electricidad.
juanantoniopozzo@gmail.com