Hay que ingeniárselas

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SALAMANCA (España). Un dicho popular dice que “la necesidad es la madre del ingenio”. Como todos los dichos, para que se cumplan es necesario que se den además varias otras condiciones porque así solas, no funcionan. En nuestro país, por ejemplo, sucede esto; simplemente no funcionan como no funcionan muchas otras cosas.

Se me ocurrió esto al leer un largo artículo que trae el periódico español El País en su edición digital sobre un barrio ubicado en las afueras de Madrid, concretamente en San Sebastián de los Reyes, construido a comienzos de los años ochenta pero con una característica muy particular. El arquitecto José Miguel Torallas, que diseñó un conjunto de casas, concibió los techos para que se colocaran allí placas solares. En aquel momento no se pudo por limitaciones económicas. Hace algo más de diez años, el ingeniero Paco Holguera, jubilado, de 75 años, se empeñó en que la urbanización, llamada Rosa Luxemburgo, contara con energía solar. Convenció así a 34 vecinos de que instalaran placas solares en los techos de sus casas. De este modo, la urbanización se convirtió en pionera en la utilización de energía solar en viviendas unifamiliares.

Los beneficios son innumerables. No solo el barrio no depende de las compañías proveedoras de energía eléctrica, sino además utilizan una energía limpia, no contaminante, renovable. En pocas palabras, el sueño de los ecologistas. Se formó además una cooperativa de vecinos en la que se decide todo lo que tiene que ver con la urbanización. Así, decidieron que no se pusieran vallas entre casa y casa. Además las calles solo llevan nombres de escritores, poetas, pintores, artistas famosos. Ninguna se llama, ni podrá llamarse, con nombres de generales ni políticos (a pesar del nombre que lleva la urbanización).

Es interesante ver estas reacciones de la gente y de lo que se puede llegar a hacer siempre y cuando se lo haga de manera solidaria, conjunta. Con frecuencia, las empresas que manejan el monopolio de ciertos bienes, al no tener ninguna competencia, lo hacen de manera arbitraria, abusiva. Recuerdo cuando había un solo canal y la gente llamaba a protestar por cualquier abuso le respondían: “Y cambie de canal”. Es lo que sucede actualmente con ANDE y Copaco. ¿Adónde ir si no estamos contentos con el suministro de electricidad o agua? No podemos buscar otra compañía porque no existe. Solo nos resta tragarnos la rabia y seguir sufriendo el servicio deficiente, a veces extorsivo como acaba de suceder con los famosos “medidores chinos” que permitían hacer cuentas de varios millones de guaraníes. ¿A quién ir a llorarle?

Hay maneras de eludir los monopolios que establece el Estado. La urbanización que acabo de mencionar nos ofrece un buen ejemplo de ello. Pero para ello es necesario que la gente ponga a trabajar sus neuronas y buscar cuáles pueden ser los caminos de salida. Hace falta no solo imaginación, sino establecer reglas claras que observar. De lo contrario sucede lo de las municipalidades. Apenas asume un nuevo intendente se dedica a robar a manos llenas en lugar de trabajar en beneficio de su comunidad. Y cuando la gente del lugar pide que se le castigue, que se le separe del cargo y se lo lleve a la justicia, salen los de su mismo partido en tromba a defenderlo, protegerlo y darle carta blanca para que siga delinquiendo como lo ha venido haciendo hasta ahora. Este es el problema de la corrupción. Mientras la justicia no funcione nada podrá funcionar.

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jesus.ruiznestosa@gmail.com