“Barón” Escurra había sido detenido el 19 de agosto de 2016, luego de un gran tiroteo con los agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), en su búnker ubicado en la colonia Cristino Potrero. Fue trasladado a la cárcel de Tacumbú por medidas de seguridad y para que no negocie con la justicia del Amambay.
Felipe “Barón” Escurra Rodríguez se convirtió en la última década en uno de los líderes más activos del tráfico de marihuana y armas en Capitán Bado.
De acuerdo con los organismos de seguridad brasileña, “Barón” aprovechó la captura en el Brasil, en el 2010, del narcotraficante Líder Germán Cabral Amarilla, para tomar el control de todos los “negocios” con el mercado brasileño.
Este hecho le generó suculentas ganancias económicas, que utilizó para conseguir su liberación.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Según fuentes de la policía brasileña, el narco habría pagado una millonaria suma al juez Benítez para conseguir su propósito. Incluso, le alcanzó para darse el lujo de “contratar” al jefe del destacamento militar de Capitán Bado, para que lo escoltara desde las puertas de la cárcel de Tacumbú hasta su residencia en la Colonia Cristino Potrero tras su liberación.
Luego de las denuncias, la medida del juez Leonjino Benítez fue revocada por la Cámara de Apelación del Amambay, que ordenó de nuevo la captura del peligroso narco. Sin embargo, nunca se cumplió la orden.
“Barón” Escurra sigue libre y “trabajando” en lo que más sabe, enviar drogas y armas al Brasil. En tanto que el juez Benítez lejos de ser castigado y expulsado del Poder Judicial por su arbitraria medida, fue premiado y hoy funge como juez de sentencia en la capital del Amambay.
Hechos como estos demuestran que nuestra justicia es la más complaciente y corrompida.
candido@abc.com.py