La costosa cara del gato

El microcentro asunceno se está “hermoseando” para la conmemoración de las fechas patrias y la asunción al gobierno del electo presidente de la República. Para la toma de mando, además de toda la presencia política y periodística local, vendrán presidentes de otros países, representantes de organismos internacionales y prensa extranjera. A esto sumamos los turistas –también del interior y exterior– que llegarán a nuestro microcentro principalmente para las fiestas conmemorativas patrióticas.

Cargando...

Uno de los artesanos que se gana el pan en las calles capitalinas me comentó “la municipalidad se llevó todos los tronquitos donde nos sentábamos a trabajar, a descansar”, minúsculo problema para la población, que, sin embargo, denota el lavado de cara que están haciendo (como el gato cuando anuncia una visita…). ¿Y el resto del cuerpo (los barrios)? Todos los días salen reclamos por docena, con fotos en redes, diarios, radio y televisión denunciando la ineficiencia y oídos sordos que hacen las instituciones del Estado sobre las calles destruidas, cloacas rotas, veredas intransitables, cables sueltos, basura, etc. etc. Pero ahora, en cambio, sí es obligación inmediata.

En decreto firmado por el presidente Cartes se considera “fundamental la coordinación de las acciones interinstitucionales, apoyo, compromiso y contribución de las instancias gubernamentales para la eficiente asignación de los recursos del Estado”, entiéndase también y principalmente los recursos financieros. Los gastos cubrirán seguridad, servicios ceremoniales y protocolo.

Por supuesto, nadie cuestionaría que una asunción al mando requiera cubrir todos los detalles, así se hace en todo el mundo y no hay vuelta que dar con los actos oficiales (la organización de eventos, me comentaba un experto, es uno de los negocios que más dinero genera después de la industria armamentística). Vale preguntarnos cuánta gente desearía austeridad –en un ambiente caldeado por denuncias de malversación del dinero público–. Ceremonial de Estado se llama toda la formalidad protocolaria que se aplicará el próximo 15 de agosto. Día de fotografías memorables para la casta política, y quizás hasta conmueva a alguna gente novelera que presenciará –de cerca o lejos– el acto. El presidente electo Mario Abdo Benítez –hijo de Mario Abdo Benítez, quien en vida fue el secretario privado del dictador Alfredo Stroessner–, asumirá el mando en pocos días, sin que se haya pasado aún el trago amargo del blanqueamiento concedido al ladrón confeso diputado Ibáñez –quien ayer renunció por presión ciudadana– paralelamente al tema país Yacyretá/Aña Cua. Para la ocasión se destinó un gasto máximo de unos 7.000 millones de guaraníes y, aunque podría ser menos, casi siempre se “invierte” hasta el último centavo (comida, hospedaje, alquileres llevan la mayor parte. Luego obsequios protocolares, y otros tantos regalos especiales para damas y caballeros. Alquiler de vehículos, arreglos florales, decoración general, entre otros gastos, incluyendo “imprevistos”, plus las entidades públicas “en acción”) ¿Habrá marchas o discursos populares ese día por alguna causa urgente, alguna despedida al gobierno de Cartes? No se espera, habrá extrema seguridad. No es momento ni lugar, dicen las buenas maneras.

lperalta@abc.com.py

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...