Los videos grabados por Juan Carlos Lezcano son claros. En nombre de Óscar Chamorro Lafarja y del senador Dionisio Amarilla (PLRA), María Luz Peña (productora) ofreció al periodista dinero para pagar 10 cuotas de un auto y le prometió trabajo para su novia. Todo para “desinflar” el tema que venía publicando. A su amiga de hace 20 años y a su partner de la facultad, Dionisio Amarilla bajó línea: “lo que se pacte, se cumple”. Horas después, María Luz entregó a Lezcano un sobre con G. 40 millones.
Era público que las empresas de Óscar Chamorro Lafarja, hijo del exdiputado colorado José Chamorro, venían ganando millonarias licitaciones, pero ante la intervención de un senador de la Nación en un intento de soborno tan descarado, cabe preguntarse cuán grande debe ser el asunto.
Óscar Chamorro Lafarja tiene al menos una docena de empresas, que en diez años facturaron a instituciones del Estado unos G. 770.000 millones, más de 123 millones de dólares. Proveyeron desde televisores y pólvora hasta servicios de seguridad. Participaron de licitaciones pese a incumplir contratos y ganaron hasta cuando eran la quinta mejor oferta.
El tráfico de influencias pareciera haber sido siempre la mejor jugada de las empresas de Chamorro. En 2015, una central obrera denunció en la Cámara de Diputados que Security Service Tecnology - SST no pagaba a 1.000 empleados hacía 12 meses. En esa época era diputado el “partner” de Chamorro, Dionisio Amarilla. Este legislador no movió un dedo ante la denuncia pese a que la afectada estaba proveyendo seguridad privada a varias instituciones. Pero un año después, Amarilla pidió informes a varios entes sobre Tapití, una de las competencias de SST en las licitaciones. SST es la que quería quedarse con los G. 140.000 millones de IPS.
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El intento de soborno y el miedo de Dionisio Amarilla –que quiere darle una trompada a Lezcano, a quien querelló– es un claro indicio de que mucho más está por conocerse. Sepa, senador, que no se calla la verdad intentando callar periodistas. Un esquema mafioso de alto vuelo, que se llena los bolsillos desangrando al Estado, salió a la luz. Y los periodistas no vamos a parar hasta dejar a la mafia desnuda. La Justicia y la población sabrán después qué hacer con esa información.
mariana.ladaga@abc.com.py